Miquelarena reclamó una política nacional sostenida contra el narcomenudeo
Jorge Miquelarena, titular del Ministerio Público Fiscal de Chubut, encabezó este lunes la apertura del Taller Internacional sobre Persecución Penal de la Narcocriminalidad, que se lleva adelante en Puerto Madryn con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el Ministerio Público Fiscal y el Superior Tribunal de Justicia del Chubut.
En su intervención, Miquelarena advirtió sobre el crecimiento del narcotráfico y el narcomenudeo en varias provincias del país, y reclamó que el problema sea abordado como una verdadera política de Estado.
“El flagelo de las drogas desintegra el entramado social. No alcanza con medidas parciales. Es necesario un sistema integral que combine prevención, asistencia y castigo”, afirmó.
El Procurador también remarcó la importancia de avanzar con la desfederalización del narcomenudeo en todas las jurisdicciones, y pidió una mayor articulación entre las fiscalías provinciales y la justicia federal.
Además, señaló la necesidad de revisar las leyes vigentes para permitir modelos de intervención conjunta más ágiles, en tal sentido propuso modificar la ley de desfederalización llevándola a un sistema que sea de interacción de los ministerios y más adecuado, así como sucede en otros países como los EE. UU., concluyo.
Texto completo del discurso de apertura del Procurador General, Jorge Miquelarena, en el taller internacional sobre Narcocriminalidad, ante un numeroso auditorio, dijo. “En el marco de reflexiones de la temática que hoy nos ocupa, señalando que las mismas son coincidentes con lo que hace ya más de diez años venimos manifestando desde el Consejo Federal de Procuradores que nuclea a todos mis colegas del país. Desde hace muchos años reclamamos poner en la agenda nacional la situación por la que atraviesan algunas provincias de nuestro país, en razón del avance de la distribución y el consumo de drogas en su territorio. Es el flagelo del narcotráfico y el narcomenudeo, un mal desintegrador de nuestra sociedad. Es necesario combatirlo de manera global, mediante la implementación de políticas de Estado que sean generales, fuertes y sustentables en el tiempo. Las medidas parciales, que se adoptan de manera espasmódica, se erigen en soluciones paliativas y temporales que sólo retrasan el resultado. Es imprescindible un abordaje integral del conflicto mediante la creación de un sistema integrado de lucha que albergue tres aspectos:
1.Prevención.
2.Asistencia médica y social, y
3.Punición del fenómeno, junto a lugares adecuados de tratamiento y detención.
4.Atacar directamente las consecuencias sin actuar sobre las causas no soluciona el problema, y a las pruebas de lo que nos pasa, me remito.
Pensar que lo que sucede con mucha gravedad en algunas de nuestras provincias no va a extenderse y repetirse en otras, es asumir la realidad a partir de un pensamiento muy ingenuo.
Es necesario que desde la Nación se bregue por la desfederalización en todas las provincias y la interacción de todos sus Ministerios Públicos Fiscales, Provinciales y Federales para que –mediante la implementación de criterios comunes de persecución penal– se logre un eficaz combate del narcomenudeo, bloqueando los canales de distribución de la droga.
El Federalismo debe concebirse como una herramienta y no como un obstáculo.
La Nación debe además coadyuvar de manera efectiva con los Ministerios Públicos, proveyendo el aporte económico que la propia Ley 26.052 establece.
Es imprescindible reforzar los Laboratorios Forenses –hoy con escasos recursos– como fuente cotidiana de procesos penales exitosos, tanto en el ámbito de la Justicia Provincial como Federal.
Lamentablemente, hace unos años se canceló la ayuda que desde el Ministerio de Justicia de Nación se destinaba a tales fines.
Por último, creo que deben ser objeto de revisión las leyes que regulan la materia, para posibilitar una actuación conjunta de los estamentos federales y provinciales más adecuada.
Esta afirmación la efectúo en el convencimiento de que es posible que ambos órdenes ejecuten actividades coordinadas y efectivas como ocurre en otros países como los Estados Unidos, donde se han adoptado modelos de intervención conjunta más flexibles que el nuestro y que pueden ser considerados para revisar nuestro modelo de desfederalización.
Sin al menos estas medidas, solo desfederalizando como hasta ahora han hecho algunas provincias, sin una adecuada provisión de recursos, estaríamos cambiando de ropaje para obtener los mismos magros resultados.