Sergio Kaminker sobre el Presupuesto 2025: “El ajuste agrava la crisis y el empobrecimiento social”
El Gobierno de Javier Milei publicó este lunes 30 de diciembre en el Boletín Oficial el decreto 1131/2024, mediante el cual dispuso que el Presupuesto General de la Administración Nacional para el año 2025 sea una prórroga del presupuesto vigente en 2024, que a su vez replicó las disposiciones de 2023. La decisión se fundamenta en la ausencia de una Ley de Presupuesto aprobada para el próximo ejercicio fiscal en el Congreso.
Tras esta situación, El Diario Web dialogó con el sociólogo y docente en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), sede Puerto Madryn, Sergio Kaminker, quien analizó las graves consecuencias económicas y sociales derivadas de la reconducción del presupuesto nacional de 2023 para el año 2024 y las implicancias para el año próximo a comenzar.
Kaminker profundizó en temas como el ajuste sobre jubilaciones, la obra pública, los organismos descentralizados, el impacto en la población y la importancia de las respuestas colectivas ante este panorama.
“Reconducir el presupuesto de 2023 significa retroceder a una situación de zozobra no solo en las universidades, sino también en organismos descentralizados y programas esenciales para muchas familias”, sostuvo Kaminker. Remarcó que esta medida representa un recrudecimiento del ajuste aplicado durante el 2023 en tres áreas clave: jubilaciones, transferencias a provincias y municipios, y el sector público.
“El ajuste sobre los jubilados fue el más significativo en términos numéricos, seguido por drásticos recortes en organismos estatales, que incluyeron el cierre de programas con décadas de trayectoria”, destacó.
Consecuencias económicas y sociales
Kaminker describió un escenario de empobrecimiento generalizado: “Las tarifas de servicios públicos crecieron exponencialmente, pero esos aumentos se destinaron a la rentabilidad de empresas energéticas, no a inversiones”. A su vez, advirtió sobre la caída del salario real y el crecimiento de la demanda de asistencia alimentaria.
En ciudades turísticas como Puerto Madryn, el impacto económico también se hace evidente. “La temporada podría verse afectada por el aumento de viajes al exterior, con incrementos de hasta un 900% en la venta de paquetes turísticos a Brasil”, explicó.
El deterioro del tejido social
El aumento de la demanda en comedores y merenderos fue otro punto de alarma: “La mayoría funcionan como merenderos que solo pueden ofrecer viandas para llevar, basadas en una dieta limitada”. Además, Kaminker señaló el incremento de personas en situación de calle y las dificultades para acceder a alquileres como problemas críticos.
Sobre la violencia de género, criticó la falta de acción gubernamental: “Se desmantelaron programas que ofrecían asistencia económica y psicológica a mujeres en situación de violencia”, lamentó y luego sostuvo que el Gobierno lo único que realizó fue sacarlo de agenda para que parezca que hay menos casos.
Kaminker también cuestionó la gestión discrecional de los recursos: “Con una inflación superior al 100%, la reconducción permite decisiones arbitrarias sin rendir cuentas, lo que contradice el discurso oficial contra las arbitrariedades”. Además, alertó sobre un modelo económico que privilegia a grandes empresas multinacionales en detrimento de la mayoría de la población.
Organización colectiva como solución
El socólogo cerró su análisis con un llamado a la organización colectiva: “La salida es política y también comunitaria. Necesitamos organizarnos en nuestros lugares de trabajo, barrios y espacios políticos para construir un modelo más justo”.
Ante este escenario de incertidumbre, Kaminker destacó la resistencia como una herramienta fundamental: “A pesar de las adversidades, vimos que la organización puede frenar algunas políticas regresivas y abrir caminos hacia un futuro más equitativo”.