POLÍTICA

El viejo hábito de disciplinar con la billetera

Por Karina Cecuk

La reunión de gobernadores convocada por el Gobierno Nacional, con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos; generó más expectativas que certezas.

Tras los recortes de fondos coparticipables y la confrontación que protagonizó el presidente Javier Milei con los mandatarios provinciales; persisten las imprecisiones acerca de cómo mejorar los recursos de las provincias.

Vale decir que, en el encuentro del pasado viernes en la Rosada, se anticipó el envío de una nueva Ley de Bases, iniciativa sobre la que se buscaría alcanzar consenso para que llegue al recinto con el aval de los gobernadores, y que incluiría el paquete de alivio fiscal.

Según trascendió, el nuevo proyecto de ley ómnibus contempla 9 capítulos que van desde la Ley de Emergencia, Blanqueo Laboral, Privatizaciones, Desregulación Económica, y tema previsional, entre otros. En tanto, la modificación del Impuesto a las Ganancias se presentaría por separado.

Los Fondos Fiduciarios también están incluidos, se trata del capítulo de la discordia que llevó a retirar el proyecto anterior de la Ley ómnibus durante su tratamiento en la Cámara de Diputados.

En el nuevo proyecto se aspira que el Poder Ejecutivo pueda modificarlos, disolverlos o determinar la extinción de fideicomisos públicos y que los fondos pasen al Tesoro Nacional hasta la sanción de la próxima ley de Presupuesto.

Se trata de otro punto controversial, ya que en la versión anterior de la Ley ómnibus, los gobernadores ya se habían negado a aprobarlo.

Está claro que los mandatarios provinciales no cesarán en sus reclamos en materia de recursos, mientras que Milei no oculta su desprecio por la federalización de las políticas públicas, e insiste en cargar contra las Provincias.

Según reveló el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en febrero las Provincias recibieron sólo $18.250 millones en concepto de transferencias discrecionales, lo que supone un recorte superior al 80% respecto del mismo período del año anterior.

El plan para “disciplinar” a los mandatarios provinciales está siendo eficientemente ejecutado por Luis Caputo, quien se va asegurando el control de todas las cajas, mientras aplica un recorte brutal de las transferencias discrecionales, frena las partidas para obra pública, y no se rinde con la quita de subsidios para el transporte.

Antes de la convocatoria a Casa Rosada y tras el encendido discurso de Milei en el Congreso, algunos gobernadores habían advertido su malestar por la intentona del Gobierno de apelar a la vieja práctica de disciplinar con la billetera.

El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, dijo fuerte y claro que “no se construyen consensos pretendiendo poner de rodillas al otro”, y las otras voces no tardaron en llegar, como Gustavo Sáenz, quien manifestó que “así como el Gobierno dice que es innegociable el equilibrio fiscal” para él “es innegociable e irrenunciable la defensa del federalismo”.

En esa misma línea se han manifestado los gobernadores patagónicos en un documento en el que expresan la necesidad de rediscutir una nueva ley de coparticipación federal. Los patagónicos conocen el valor de lo que se aporta a la Nación, y están decididos a que el reparto sea equitativo.

El éxito en las relaciones está supeditado a la capacidad de diálogo y la construcción de consenso, porque sin importar cuanto berree el Presidente, en democracia, el protagonismo de los gobernadores es indiscutible y la representación de las Provincias en el Congreso, incuestionable.

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