Varios estudios señalan que los teléfonos celulares están afectando el aprendizaje de matemáticas y otras materias, reduciendo la calidad de la educación. Así también lo reflejaron las Pruebas Pisa tras sondear en estudiantes a nivel global, en donde uno de cada tres reconoció que se distrae en clase por culpa de los teléfonos celulares y las redes sociales.

Freddy Vega, cofundador de Platzi, la plataforma de educación en línea más grande de Hispanoamérica, destacó este apartado en donde la misma Ocde revisa el efecto negativo del uso sin control del teléfono en colegios. “Hay una correlación directa entre las horas que se gastan en usar el teléfono al día y la caída del aprendizaje de matemáticas. Lo midieron en las Pruebas Pisa. Debemos prohibir los teléfonos en clase”, sentenció Vega.

Los resultados en las Pruebas Pisa, a nivel global, en matemáticas, comprensión de lectura y ciencia, presentan la mayor caída desde el año 2000, cuando comenzó esta medición, y en voz de expertos el impacto del uso desmedido y sin control de dispositivos digitales en clase tiene mucho que ver con el nefasto resultado.

Unesco recomienda prohibir teléfonos

A su vez, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lo había sentenciado en julio de este año: la tecnología es fundamental para democratizar y potenciar la educación como herramienta de apoyo en clase, pero los teléfonos celulares en manos de niños y jóvenes se constituyen en elementos distractores que deben prohibirse para “combatir el bajo rendimiento académico y la inestabilidad emocional” en centros educativos.

Las Pruebas Pisa demostraron que aquellos países que ya tienen controles en el uso de teléfonos en clase obtuvieron mejores resultados en las pruebas del 2022.

En países como Chile ya se comenzaron a tomar medidas al respecto y en edades tempranas está prohibido el uso de celulares en colegios. Entre tanto, en Colombia un fallo de la Corte Constitucional establece que es potestad de cada colegio definir por estatutos de sus manuales internos de convivencia y reglamentos la manera de restringir el uso de teléfonos en clase, pero no se permite de manera expresa su prohibición.

Estados Unidos, el Reino Unido, Países Bajos, Corea del Sur, entre otros, ya cuentan con políticas claras que permiten restringir en espacios de clase el uso de teléfonos: “Los colegios deben convertirse en espacios de socialización sin celulares. El futuro de quienes van a trabajar en ciencias, inteligencia artificial y otras labores está en riesgo”, sentencia Freddy Vega, de Platzi.