LA CARTERA REUNIRÁ CINCO ÁREAS

Guillermo Ferraro confirmó que será ministro de Infraestructura

El consultor Guillermo Ferraro confirmó que, a partir de la asunción de Javier Milei a la Presidencia, será el ministro de Infraestructura, cartera que concentrará las áreas de Transporte, Obras Públicas, Energía, Minería y Comunicaciones, al tiempo que afirmó que el enfoque será estimular la inversión privada y la «racionalización del Estado».

«El ministerio es nuevo, no existe actualmente, y está dentro de la racionalización del Estado, del sector público; es la consolidación de los que hoy son ministerios, como Transporte y Obras Públicas, así como Energía, Minería, Comunicaciones», anunció esta mañana Ferraro en declaraciones a Radio Mitre.

Asimismo, remarcó que ya hay «equipos trabajando», y anticipó que «en la Secretaría de Energía viene trabajando desde marzo Eduardo Rodríguez Chirillo», mientras que «en Comunicaciones, un equipo bastante intenso, con gente que estuvo en Enacom».

«Tanto en ese área como en Obras Públicas y en Transporte van a estar a cargo personas muy probadas, conocidas, idóneas y confiables para el sector privado, con experiencia en el sector público», enfatizó.

Ferraro, que hasta abril pasado se desempeñó como director de KPMG Argentina, fue funcionario en la Secretaría de Industria durante el interinato presidencial de Eduardo Duhalde entre 2002 y 2003; y anteriormente, entre 1988 y 1991, fue subsecretario de Información y Telecomunicaciones de la provincia de Buenos Aires.

Dijo que el futuro Ministerio de Infraestructura «lleva un enfoque de economía de lo que son los cross service (servicios cruzados) y al mismo tiempo un eje que une a todas estas temáticas, que es la inversión en infraestructura».

En este sentido, remarcó: «El Estado tiene que reducir su participación en la economía para dar espacio al sector privado, con lo cual es un ministerio que tiene estas áreas pero básicamente va a dar la orientación y los lineamientos y la declaración de interés para nosotros y la Nación de aquellos proyectos que involucran estas áreas».

«Vamos a tratar de orientar, estimular e incentivar al sector privado para su inversión», remarcó Ferraro, quien en la campaña de Milei estuvo a cargo de la coordinación nacional de la fiscalización de votos.

Por otra parte, evaluó que «el país tiene un atraso de más de 20 años en infraestructura en estas áreas y la inversión que hay que hacer para poner en valor la infraestructura del sistema y la nueva es tan importante en términos del PBI, 15 puntos anuales, que es imposible soportarla desde el sector público con el presupuesto público».

«Actualmente se dedica hasta 1,5% con un montón de problemas de financiamiento y demás», aseveró el futuro funcionario.

En este sentido, ejemplificó: «Casi todas las concesiones ferroviarias, energéticas, centrales hidroeléctricas, corredores viales, tienen su origen en los 90, otorgadas por 20 o 25 años, vencieron durante los últimos ocho, y las administraciones no generaron nuevas condiciones».

«Todas estas obras están hoy en un porfolio de precariedad, de prórrogas, tenencias precarias, ya que desde mediados de 2018 casi no se hacen inversiones en la infraestructura existente porque el privado no sabe si va a continuar o no y tampoco se llamó a nueva concesión», puntualizó.

Al respecto, anticipó que desde La Libertad Avanza están «trabajando en un proyecto para reformar la Ley de Concesiones».

En cuanto a las iniciativas dentro de su cartera, Ferraro manifestó: «Hay una enorme deuda, que es generar una red vial que arranque capilarmente con los caminos rurales y troncalmente se vaya por las rutas nacionales y provinciales, y termine en los accesos portuarios, tanto de Rosario (Santa Fe) como de Quequén (Buenos Aires)».

«Hay una enorme oportunidad en Argentina para invertir para el sector privado y creemos que tiene que haber un gobierno creíble y voluntad asociativa con el sector privado de mostrar por donde pasan las orientaciones, las futuras inversiones y los negocios», completó Ferraro, quien ratificó el modelo «a la chilena», derivando los trabajos de infraestructura a manos privadas.

Por último, opinó que la Hidrovía Paraná-Paraguay «es un enorme punto de dispersión», ya que la carga de Paraguay se pierde por la cantidad de trámites burocráticos y por los impuestos que se cobran en la Argentina.

«Los operadores de carga prefieren hacer más millas a Nueva Palmira (Uruguay)», advirtió, al tiempo que mencionó que en el puerto de Buenos Aires no da la infraestructura para que entren los grandes buques: «Esa inversión sólo se puede hacer si se reconcesiona», concluyó.

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