Alberto Fernández viaja a China para participar del III Foro de la Franja y la Ruta

El Presidente mantendrá una reunión con la exjefa de Estado de Brasil y titular del Banco de los Brics, Dilma Rousseff, en Shanghái, y luego se trasladará a Beijing.

El presidente Alberto Fernández partirá a la República Popular China, donde arribará el sábado para mantener una reunión en Shanghái con la exmandataria de Brasil y titular del Banco de los Brics, Dilma Rousseff, y luego se trasladará a Beijing, donde participará del III Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional por invitación del jefe de Estado de la nación asiática, Xi Jinping, informaron fuentes oficiales.

En su visita, el jefe de Estado estará acompañado por la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Todesca Bocco; el titular del Banco Central Miguel Pesce, y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, según lo confirmado hasta el momento, aunque podrían sumarse otros funcionarios.

El Presidente llegará a Shanghái el sábado, para reunirse allí con Rousseff y llevar adelante otras actividades, mientras que el martes 17 por la mañana se trasladará a la capital de China para asistir a la cumbre de mandatarios que se extenderá hasta el día siguiente, según adelantaron las mismas fuentes.

El jefe de Estado arribará a la ciudad más populosa y pujante del país, que con 29 millones de habitantes establecidos a lo largo de 170 kilómetros sobre el río Yangtsé y en las proximidades del Océano Pacífico constituye en el centro productivo del país, diferenciándose de Beijing, donde se asienta el poder político y las autoridades del gobernante Partido Comunista Chino (PCCh).

Rascacielos híper-tecnologizados con carteles de neón moviéndose en las alturas, característicos del distrito financiero Pudong, junto a grandes autopistas transitadas por un parque automotor de última generación, conforman el paisaje de Shanghái, surcada por grandes tres ríos, varios canales y una incesante actividad económica.

 

La agenda presidencial

 

Fernández desarrollará allí varias actividades pero una de las más importantes será su programada reunión con Dilma Rousseff, que tendrá lugar el 17 de octubre, fecha en la cual el peronismo conmemora el día de la Lealtad y su nacimiento como fuerza política.

Ese encuentro con Rousseff será una manera de reafirmar la intención de Argentina de consolidar su pertenencia al bloque de los Brics, que inicialmente fundaron Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y que en agosto pasado se amplió tras una cumbre realizada en Johannesburgo.

Argentina, junto con Egipto, Etiopía, Arabia Saudita, Irán y Emiratos Árabes Unidos (EAU), se incorporarán a partir del 1° de enero de 2024 al grupo de países que componen el 36 por ciento del PBI mundial y el 46 por ciento de la población del planeta.

En septiembre del año pasado, China había anunciado su apoyo del país al ingreso de Argentina al Brics.

Tras la cita con la exmandataria brasileña, el jefe de Estado viajará a Beijing para participar del Foro tendrá el lema «Cooperación de la Franja y la Ruta de Alta Calidad: Juntos por el desarrollo y la Prosperidad Comunes».

En esa cumbre se celebrarán deliberaciones sobre cuestiones como «Conectividad en una economía Global Abierta», «Ruta de la Seda Verde por la armonía con la naturaleza» y «Economía Digital como una nueva fuente de crecimiento».

Se estima que el foro contará con la presencia de diferentes jefes de Estado y autoridades de más de 110 países.

Desde 2022, la Argentina es parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta impulsada por China, un compromiso al cual el país adhirió tras una visita que Fernández realizó a la nación asiática en febrero de ese año.

Como parte de esos acuerdos, y con el propósito de implementar su participación dentro de esta plataforma de cooperación, Argentina y China acordaron en junio de 2023 un plan de cooperación que, según indicaron voceros oficiales, «permitirá el financiamiento chino de nuevas obras de infraestructura».

La Franja y la Ruta es un proyecto económico de China que invoca la antigua Ruta de la Seda y que busca potenciar los vínculos con el resto del mundo.

Para ello se impulsa la creación de dos grandes vías comerciales; una marítima y otra terrestre, que unirán al país asiático con Europa, África y América Latina.

Con este megaproyecto, emblema del Gobierno de Xi, China busca traer a la actualidad la legendaria ruta comercial por la que fluyó el comercio entre el gigante asiático y Europa a través de Asia Central durante las dinastías Han (206 a. C. hasta el 220 d. C) y Tang (618 hasta 907).

Para los historiadores chinos, esos fueron los tiempos más gloriosos de la época imperial, y el proyecto, traído a la actualidad, reafirmará la vocación de superpotencia que posee la nación.

La iniciativa es vista como un Plan Marshall del siglo XXI con el que China pretende moldear sus vínculos con el mundo.

La Franja y la Ruta tiene dos grandes ejes: en primer lugar, una vía terrestre que una China con Pakistán, Afganistán, Turquía, Rusia, Kazajistán, Turkmenistán, Kirguistán, Uzbekistán, Tayikistán y Europa mediante los Balcanes hasta llegar a París, algo para lo que China usó las instalaciones ferroviarias existentes, a la que vez que invirtió en la construcción otras nuevas.

En segundo lugar, la expansión de una ruta marítima para llegar a América Latina, África y Medio Oriente, lo que implica la instalación de puertos comerciales y bases militares en los océanos Índico y Pacífico y que ha hecho revivir antiguas rivalidades entre algunos países asiáticos.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta cuenta con un total de 139 países adheridos: entre ellos hay 30 europeos, 37 asiáticos, 54 africanos y 13 de América Latina.

La visita presidencial a Beijing permitirá también que ambos países anuncien la ampliación de sus acuerdos monetarios, lo que tiene como antecedente los ‘swap’ de monedas que permitieron fortalecer las reservas del BCRA con yuanes provistos por el Banco del Pueblo de China (entidad monetaria oficial de ese país).

 

 

El reclamo por Malvinas

 

El viaje ofrecerá una nueva oportunidad para que China reafirme su histórico apoyo al reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas que sostiene Argentina sobre las islas y el espacio marítimo circundante que Gran Bretaña usurpa desde 1833.

En ámbitos diplomáticos, Argentina adhiere al principio de «una sola China», lo que constituye un punto clave del vínculo bilateral junto al respaldo de Beijing a que el Reino Unido cumpla con la resolución 2065 de la asamblea general de ONU, que exhortó a las dos partes a negociar por la vía pacífica una solución al conflicto de soberanía en el Atlántico Sur.

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