EN LOS PIRINEOS

Aseguran que la desaparición de los glaciares es inminente

El glaciar de Aneto, aunque se considera un glaciar muy pequeño, es el glaciar más grande de los Pirineos y también el más grande del sur de Europa. Sin embargo, el cambio climático global ha acelerado su desaparición, al igual que ocurre en el resto de los glaciares de la cordillera.
La evolución de las técnicas de teledetección de corto alcance posibilita observar la superficie del glaciar con un nivel de detalle muy alto, lo que permite la comparación entre la superficie del glaciar de diferentes años y la evaluación de sus cambios.
Los glaciares de montaña son excelentes indicadores de la variabilidad y del cambio climático porque su evolución depende del equilibrio entre la acumulación de nieve durante el período frío y la fusión de hielo y nieve durante la estación más cálida. El glaciar del Aneto es uno de los glaciares más meridionales de Europa y, a pesar de ser un glaciar muy pequeño (menos de 0,5 kilómetros cuadrados), es el más grande de los Pirineos.
En un estudio reciente, se ha ratificado que, para el periodo 1981-2022, la superficie del glaciar de Aneto ha disminuido un 64,7% (de unas 136 hectáreas (1,36 kilómetros cuadrados) a unas 48 hectáreas (0,48 kilómetros cuadrados), y su frente ha pasado de 2.828 metros a 3.026.
El estudio lo ha realizado un equipo encabezado por Ixeia Vidaller, del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España, y Eñaut Izagirre Estibaritz, de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
El objetivo del estudio era analizar la evolución reciente del glaciar más grande y alto de los Pirineos utilizando el conjunto de datos temporales más largo de pérdida de espesor de los glaciares en los Pirineos. Además, el trabajo ha permitido evaluar el impacto de una única temporada extremadamente cálida y seca (2022) en la evolución de los glaciares.
“Hemos realizado el estudio del glaciar de Aneto más detallado (modelos tridimensionales del glaciar de muy alta resolución) y longevo (41 años) hasta el momento. Para ello, hemos reconstruido las superficies del glaciar entre 1981 y 2022 a partir del uso de imágenes aéreas de muy alta resolución que han sido obtenidas, por un lado, por el Instituto Geográfico Nacional para el año 1981 y mediante vuelos LIDAR para el año 2011 y, por otro, por vehículos aéreos no tripulados (drones) para los años 2020, 2021 y 2022”, explica Eñaut Izagirre Estibaritz, profesor del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la Universidad del País Vasco. “Todo ello se complementó con una amplia campaña de georradar en el año 2020, donde a partir de la realización de diferentes transectos (más de 7 kilómetros recorridos sobre el glaciar), pudimos conocer el grosor que tenía el glaciar en ese año”.

Desaparición de los glaciares

La pérdida de superficie glaciar en los Pirineos es notable: había más de 100 glaciares en 1850, 39 en 1984, 21 en 2020 y 18 en 2022, correspondientes a una superficie de 2.060 hectáreas (20,6 kilómetros cuadrados) en 1850, 810 hectáreas (8,1 kilómetros cuadrados) en 1984, 232 hectáreas (2,3 kilómetros cuadrados) en 2020 y 170 hectáreas (1,7 kilómetros cuadrados) en 2022, lo que representa una pérdida del 92% del área glaciar desde el final de la Pequeña Edad de Hielo.
En concreto, en el Aneto, durante los últimos 41 años, la superficie glaciar se ha reducido un 64,7% y el espesor del hielo ha disminuido, en promedio, 30,5 metros. “El espesor medio del hielo restante en el otoño de 2022 fue de 11,9 metros, frente al espesor medio de 32,9, 19,2 y 15,0 m reconstruido para 1981 y 2011 y observado en 2020, respectivamente. Los resultados demuestran la crítica situación del glaciar, con una inminente segmentación en tres cuerpos de hielo más pequeños y sin evidencia de una zona de acumulación. También encontramos que la influencia de un año extremadamente caluroso y seco, como se observó en la temporada 2021-2022, conduce a una degradación drástica del glaciar, lo que representa un alto riesgo para la persistencia del glaciar de Aneto, situación que podría extenderse al resto de glaciares pirenaicos en un tiempo relativamente corto”, detallan los investigadores.
Los datos de la investigación señalan que la distribución del espesor del hielo muestra zonas alrededor de los glaciares con muy poco espesor (menos de 2 metros), por lo que esas zonas están muy cerca de desglaciarse durante los próximos veranos. Las pérdidas de superficie y espesor del glaciar de Aneto indican la situación crítica de esa masa de hielo. Se encuentra en su etapa terminal, mostrando fragmentación en cuerpos de hielo más pequeños y presencia de cubierta de derrubios en algunas áreas.
“Las tasas de adelgazamiento del glaciar, que estaban en torno a 1 metro por año, se han triplicado en el último año de estudio (entre 2021 y 2022), lo cual demuestra el efecto de un año bastante seco y, sobre todo, extremadamente cálido como 2022 sobre la fusión de la nieve y el hielo en el glaciar de Aneto”, concluye el profesor de la UPV/EHU.
El estudio se titula “The Aneto glacier’s (Central Pyrenees) evolution from 1981 to 2022: ice loss observed from historic aerial image photogrammetry and remote sensing techniques”. Y se ha publicado en la revista académica The Cryosphere. (Fuente: UPV/EHU)

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