Acusada de recurrir a medidas extremas, entre ellas, la movilización de fuerzas policiales en escenarios familiares delicados y denuncias intimidatorias contra abogados críticos, exhibiría un preocupante récord de denuncias en el Consejo de la Magistratura.

La jueza de Familia de Puerto Madryn, Delma Viani, está en el ojo del huracán por sus presuntas prácticas controvertidas. Sus métodos, que incluirían la movilización de fuerzas policiales en casos sensibles de custodia y régimen de visitas, generan un creciente aluvión de críticas.

Según revelaron fuentes confiables, los operativos policiales ordenados por Viani pintan escenas más propias de operativos contra el crimen, que de procedimientos destinados a la protección de un niño. Una decena de agentes de policía, distribuidos en varios patrulleros, rodea el hogar familiar. La mitad de ellos irrumpe en la casa, causando una atmósfera de intimidación y miedo, con grave trauma para los niños.

Una psicóloga local arremetió contra estas tácticas. “Son brutales y devastadoras para la salud mental de cualquier niño. Recurrir a la presencia policial añade un componente traumático que el chico podría asociar con el progenitor al que van a ver. Por el contrario, los profesionales de la psicología y trabajo social están preparados para abordar estas situaciones
con una sensibilidad y enfoque centrados en el bienestar del niño, asegurando un intercambio sereno, seguro y menos estresante”.

A las críticas sobre el empleo irracional de la fuerza policial, se suma el señalamiento de hostigamiento hacia los abogados críticos con su desempeño.

De acuerdo a testimonios recogidos por El Diario, la jueza formularía habitualmente denuncias disciplinarias y hasta penales con el objetivo de intimidar y coartar la libertad de expresión de los letrados que defienden a las víctimas de sus prácticas.

“Viani nos denuncia con el pretexto de que incurrimos en faltas éticas al criticarla en los expediente y audiencias. Busca acallar las críticas y entorpecer el ejercicio de una defensa adecuada. Es un ataque frontal al ejercicio legítimo de la abogacía”, explicó una abogada especialista en familia.

Las fuentes consultadas aseguran que las denuncias recurrentes de Viani contra los abogados que cuestionan su labor son rechazadas sistemáticamente por el Tribunal de Disciplina del Colegio de Abogados. Un conocido letrado calificó la conducta de Viani como “el reflejo de su arrogancia, destinada a anestesiar el derecho de defensa y silenciar las críticas legítimas a sus excesos”.

Según revelaron desde el Consejo de la Magistratura, Viani tiene el dudoso honor de ser la jueza con más denuncias en su historial, aunque nunca se ha establecido un jury.

Pero las críticas no se quedan aquí. Se la acusa también de fomentar un ambiente laboral tóxico en su propio juzgado. Varios empleados han solicitado al Superior Tribunal de Justicia la intervención de la Dirección de Recursos Humanos para abordar lo que describen como un entorno hostil.

Ante este panorama, «es indispensable atender a estos señalamientos, y llevar a cabo una revisión exhaustiva de su desempeño. La situación es insostenible, tanto para quienes trabajan en el juzgado, como para los profesionales involucrados en los casos y, aún más importante, para las familias y los niños afectados», se indicó.