MALDITA TECNOLOGÍA

Las plataformas generan más de la mitad del tráfico total de internet

Según el último informe la Sociedad Digital en España 2023 de la Fundación Telefónica, tan solo seis grandes compañías generan más de la mitad de todo elm tráfico mundial de internet. Alphabet, la matriz de Google, controla el 21% del total, seguido por Meta, con un 15%. Luego están Netflix (9%), Apple y Amazon (4%) y Microsoft (3%). Al tiempo que insiste en que “urge desarrollar una propuesta legislativa que aborde las asimetrías del poder de negociación en el ecosistema digital, de forma que los grandes originadores de tráfico paguen un precio justo y razonable por los servicios que se les prestan”.
“Tenemos que replantear si es justo que tan solo seis compañías globales, ninguna con origen europeo, estén acaparando más del 50% de los recursos de red, de los que debemos disfrutar a todos los ciudadanos. Esto es como si nada más que seis grandes compañías de transporte acapararan más del 50% de las autopistas, no parecería muy correcto ni lo más equitativo. Es el tipo de materia que tenemos que seguir peleando”, ha asegurado Sergio Oslé, consejero delegado de Telefónica España, durante la presentación del informe este martes, en Madrid.

Caja negra

El otro reto por solucionar es el efecto caja negra de la inteligencia artificial. El informe detalla un estudio llevado a cabo por IBM en todo el mundo, que mostraba que más de la mitad de las empresas que utilizan inteligencia artificial asumen que no monitorean el origen de los datos que la alimenta, no pueden explicar las decisiones que toma y tampoco tiene políticas éticas para evitar a los sesgos.
En esta muestra, más del 60% de las empresas afirmaron que no pueden explicar con certeza las decisiones que toma la inteligencia artificial, no monitorizan el origen de los datos que utilizan para nutrir a los sistemas de aprendizaje automático y que tampoco han diseñado una política ética en torno a su manera de aplicarlos. Finalmente, un 59% reconocen no tomar medidas ante posibles ciberataques que puedan alterar el correcto funcionamiento de los algoritmos.
Un problema concreto de esos descuidos es cuando, por ejemplo, una empresa usa inteligencia artificial para realizar una preselección de candidatos. Si el algoritmo entrenado para identificar los perfiles óptimos ha empleado los datos de las características de los empleados contratados en los últimos años, y que entre estos hay una proporción mínima de mujeres, el sistema puede asumir erróneamente a seleccionar que las mujeres son menos preferibles que los hombres y, en consecuencia, descartar de antemano a las candidatas.
Pablo Gonzalo, responsable global de Conocimiento y Cultura de Fundación Telefónica, matiza que la inteligencia artificial ya genera, y va a generar, muchísimas oportunidades, por ejemplo, en el ámbito sanitario y de diagnóstico de enfermedades. Sin embargo, para evitar los sesgos, la discriminación y que es una tecnología que se desarrolla bajo criterios éticos, queda mucho por hacer. “La asignatura pendiente es conseguir que todos los sistemas de inteligencia artificial y todas las empresas se conciencien mucho más sobre la necesidad de monitorizar los sistemas. Es preocupante porque la inteligencia artificial aprende de los datos y si los datos están sesgados, inevitablemente va a ofrecer conclusiones sesgadas”, explica Gonzalo.

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