Al menos 32 muertes por dengue en Argentina: la cifra es récord y los contagios siguen en aumento
El avance del dengue no da respiro, en las últimas semanas, un aumento sostenido de casos y, ahora, de muertos posiciona al 2023 como uno de los años más negativos en lo que se refiere a esta enfermedad. Es que, pese a que se espera un incremento en la cantidad de afectados, con la cifras que se conocen hasta el momento este año se ubica como el tercer año con más casos desde que se tiene registro y el primero en relación a los muertos.
Sin embargo, un dato es el que comenzó a encender las alarmas de los expertos. Con, al menos, 32 muertos, el 2023 ya se ubicó como el año con mayor cantidad de fallecidos por dengue en la historia nacional. En resumidas cuentas, además de las 14 muertes informadas se suman otras 18. Según relevó Infobae de distintos comunicados de prensa emitidos por las carteras sanitarias locales y boletines epidemiológicos provinciales, los decesos se localizaron: provincia de Buenos Aires 1, Jujuy 4, Salta 10, Santa Fe 5, Santiago del Estero 1, Tucumán 8, Entre Ríos 1 y Córdoba 2.
Vale recordar que, en el pico registrado en 2020 se contabilizaron unas 26 personas fallecidas con pruebas positivas para dengue. Es decir que, sin contar aquellos 8 decesos que habían estado en estudio durante el cierre del Boletín emitido en a finales de julio de 2020, el 2023 sería el año que más muertes provocó esta infección. Además, es importante indicar que estos datos, al día de hoy, se encuentran desactualizados. La primera razón es que este documento se publica una vez por semana, entre viernes y sábado. La segunda, es que corresponde a la semana epidemiológica 13, que tiene como fecha de cierre de información el 1 de abril.
En el pico registrado en 2020 se contabilizaron unas 26 personas fallecidas con pruebas positivas para dengue, sin contar aquellos 8 decesos que habían estado en estudio durante el cierre del Boletín emitido en a finales de julio de 2020. Siendo que en 2016, año que se ubica como el segundo con mayor cantidad de afectados, la cifra de fallecidos se ubicó en 11.
Ahora, si se trata de casos positivos, la Argentina registra tres picos históricos. Según datos brindados por la cartera sanitaria nacional, antes de estas cifras, los tres mayores picos de casos se registraron en 2009, con más de 26 mil contagios; en 2016 con más de 40 mil afectados y en 2020, con casi 60 mil. Siendo este último el denominado “pico histórico”. Ahora, según la última información brindada, el 2023 superan los 28 mil contagios.
De todos modos, aún se espera que los números sigan en ascenso. Hace escasos días, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, afirmó que el brote de dengue que afecta a la Argentina “no está controlado”. Más aún si se toma en consideración que existen cuatro jurisdicciones que presentan un riesgo más elevado de que sus pobladores desarrollen cuadros más graves, ya que circulan dos serotipos. Es decir que pueden sufrir una reinfección con una “cepa” distinta.
Es común escuchar sobre las consecuencias, incluso mortales, de las segundas infecciones de dengue cuando se trata de un serotipo distinto. Existen cuatro serotipos distintos, aunque estrechamente emparentados: DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN‑4. Y pese a que cuando una persona se infecta con uno mantiene la inmunidad contra ese mismo, cuando se produce un contagio por otro serotipo los riesgos para la salud se elevan.
Según el propio documento emitido por el Ministerio de Salud, “los serotipos circulantes hasta el momento son DEN-2 (10 jurisdicciones correspondientes a la regiones NOA y Centro) y DEN-1 (en 7 jurisdicciones correspondientes a las regiones NEA y Centro)”, pero en cuatro provincias ambos serotipos circulan de forma conjunta. Estas son: Buenos Aires, CABA, Santa Fe y Santiago del Estero, siendo que en estas jurisdicciones las chances de cuadros hemorrágicos aumentan.
Las zonas donde se registra circulación viral de dengue, ya sea de uno o dos “cepas” están divididas en tres regiones: Centro (Buenos Aires; Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Córdoba; Entre Ríos; Santa Fe), NEA (Corrientes; Formosa; Chaco, Misiones) y NOA (Catamarca; Jujuy; La Rioja; Salta; Santiago del Estero y Tucumán).
“En el dengue, el problema de que te infectes con un serotipo y después con otro es básicamente inmunológico en el paciente; por eso se hace más grave y se puede convertir en hemorrágico. La primera infección sensibiliza al paciente y, cuando se infecta con otro, sus anticuerpos van a hiperreaccionar”, había explicado a Infobae Ricardo Teijeiro (MN 58065), infectólogo del Hospital Pirovano.
Incluso, existen zonas donde, sin que tenga lugar una agravamiento del cuadro, se puede registrar una coinfección de dengue y Chikungunya, ya que están presentes ambos virus circulando. Estas jurisdicciones son: en Buenos Aires (San Martín, Quilmes y Almirante Brown), CABA, Córdoba (Capital), Corrientes (Paso de la Patria), Formosa (Las Lomitas), Santa Fe (Rosario y Santa Fe).
“Siempre hay posibilidad de una coinfección de cualquier enfermedad, ahora es muy bajo el porcentaje. Imaginate que el mismo paciente tiene que estar en contacto con un mosquito que haya picado a un paciente positivo para Chikungunya, que lo pique, y que después, a la vez, lo pique uno que haya picado a otra persona con dengue. No es imposible, pero la probabilidad es realmente muy baja”, había resaltado a Infobae Teijeiro.
Lo cierto es que, en las últimas horas, la ministra Carla Vizzotti se refirió al avance de la enfermedad en la Argentina y señaló que “estamos cursando un brote epidémico con un aumento de casos considerable”. Asimismo, la funcionaria afirmó que si bien todos los años se registran infecciones de la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti para esta época, “cada tres o cuatro años hay un aumento considerable de casos” y el último año récord de casos fue el 2020.
Entre las recomendaciones del Ministerio de Salud, Vizzotti enumeró el descacharrado para evitar recipientes con agua estancada en las casas y terrenos baldíos, esto incluye los neumáticos, el lugar donde toman agua las mascotas. Además, indicó que la fumigación es parte del abordaje integral de la enfermedad, pero no constituye la medida más importante o excluyente, porque al fumigar se mata el mosquito adulto, pero pueden quedar vivas las larvas que son las responsables del aumento de la población de mosquitos Aedes aegypti.
Los síntomas de esta patología son, además de fiebre, dolor detrás de los ojos; de cabeza; muscular y de articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio intenso; aparición de manchas en la piel y picazón; sangrado de nariz y encías. Ante un diagnóstico de dengue, es preciso seguir las indicaciones del personal de salud y asistir a las consultas de seguimiento y control. Si al momento de disminuir la fiebre o en los días posteriores, alguno de los síntomas se agudiza, reaparece o se detectan síntomas nuevos (dificultad para respirar, dolor abdominal intenso, sangrado profuso de mucosas, irritabilidad a somnolencia, vómitos recurrentes), es pertinente realizar una consulta médica inmediata.
La principal forma de transmisión de estas enfermedades es por picaduras de mosquitos infectados. Es por ello que la medida más importante de prevención de dengue y chikungunya es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contengan agua, tanto en el interior de las viviendas como en sus alrededores (baldes; palanganas; tambores; portamacetas; bebederos; botellas retornables, etc).
Para evitar la picadura del mosquito se recomienda utilizar repelente siguiendo siempre las indicaciones del envase. Así mismo, se sugiere usar ropa de manga larga y colores claros. Para proteger a las y los bebés (que no pueden usar repelente), se deben colocar redes o tules sobre cunas y cochecitos. En relación al hogar, es importante disponer mosquiteros en puertas y ventanas y usar repelentes ambientales como tabletas, aerosoles (interior) o espirales (exterior).
(Fuente: Infobae)