BRASIL DE LUTO

Murió Gal Costa, referente ineludible de la Música Popular Brasileña

Sin todavía datos precisos acerca las causas de su fallecimiento, medios locales especularon con la cirugía a la que se sometió tres semanas atrás para extirparse un bulto de la cavidad nasal como posible razón de la muerte, aunque de momento esa intervención si fue el motivo que la privó de ser una de las animadoras del desembarco en San Pablo del festival internacional Primavera Sound.

La invitación a ser parte de ese nutrido y diverso staff dio cuenta en tiempo actual de la vigencia de una artista que se lanzó profesionalmente a los tablados en 1965, contando para ello con el aval e impulso de su madre.

De joven conoció la obra de Joao Gilberto mientras trabajaba en una tienda de discos y poco después, a principios de la década de 1960, le presentaron a Caetano Veloso, con quien mantendría un vínculo personal y artístico que duraría toda la vida.

Su carrera, que se extendió durante 57 años, comenzó con la interpretación de temas inéditos de sus contemporáneos Caetano Veloso y Gilberto Gil. Todavía era Maria da Graça cuando lanzó «Eu vim da Bahia», la samba de Gil sobre los orígenes de la cantante y compositora.

Después, siendo aún muy joven, junto a Caetano, Gil y Bethania integró el mítico grupo Doces Bárbaros, responsable de un cancionero de música popular brasileña de la década de 1970.

Tenía poco más de 20 años cuando participó en el álbum «Tropicália: ou Panis et Circensis», piedra fundamental del movimiento tropicalista que revolucionó aquella movilizada escena.

Desde entonces, su voz se volvió cada vez más popular con canciones como «Modinha para Gabriela», «Folhetim» de Chico Buarque y «Paula e Bebeto» de Milton Nascimento y Caetano.

Fue en esta etapa que su voz se incorporó más al mainstream. En 1981, con “Fantasía” alcanzó el éxito radial con el tema “Festa no Interior”, de Moraes Moreira y Abel Silva.

Durante las décadas del ‘80 y ’90 siguió grabando discos, muchos de los cuales fueron éxitos comerciales como «Baby Gal», «Profana», «Bem bom» y «Lua de mel Como» o «Diabo gosta»,»Plural» y el «Acústico MTV».

En 2011, con el álbum «Recanto», compuesto y producido por Caetano, Gal se reinventó nuevamente con un repertorio con música electrónica y funk carioca.

Y ese año, además, se hizo acreedora al Grammy Latino por el conjunto de una obra que abrevó en las tradiciones y novedades sonoras de su país sin descuidar tampoco otros géneros planetarios como el jazz y el rock.

Después de la pandemia, estuvo de gira con el espectáculo «Los diversos extremos de una estrella» en el que revisaba el popular cancionero MPB. Además de la gira por Brasil, tenía programado un tour por Europa para noviembre.

Dolor en Brasil

La noticia de su fallecimiento sacudió el ámbito cultural y político de su país. El electo presidente Lula da Silva escribió en su cuenta de Twitter acompañado de una foto juntos: “Fue una de las más grandes cantantes del mundo, una de nuestras principales artistas para llevar el nombre y los sonidos de Brasil a todo el planeta. Su talento, técnica y audacia enriquecieron y renovaron nuestra cultura, formaron y marcaron la vida de millones de brasileños”.

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