En las últimas semanas el nombre de Máximo Pérez Catán ha ganado protagonismo producto de las repetidas acusaciones de otros dirigentes políticos.
No solo en las filas de Chubut Somos Todos, Máximo se ha vuelto tema de diálogo producto de las elecciones partidarias y el éxodo de afiliados que trajo aparejado, sino además por las expresiones de actuales autoridades del municipio de Trelew que buscan cargar las tintas sobre el exintendente de esa ciudad respecto de obras inconclusas en el denominado Loteo Belgrano.
Resulta extraño que a estas alturas, reaparezca el nombre de Máximo cuando han pasado tantos años desde su gestión al frente del Pueblo de Luis.
Las manifestaciones de algunos funcionarios, como el caso de Héctor Castillo, quien ha sido parte del Ejecutivo Municipal hasta hace poco, y ahora desde su banca de legislador municipal intenta defender la gestión de Adrián Maderna apelando a críticas a Máximo.
Así las cosas, al parecer, cuando algo no anda bien en la gestión de un gobierno justicialista, siempre hay una gestión anterior a la cual cargarle la responsabilidad.
Si imprimieran la misma energía en cumplir con los compromisos asumidos con sus electores, y menos dándole trascendencia a un dirigente que estaba fuera de escena hasta hace algunas semanas, quizá serían más exitosos.
Por cierto, Máximo tal vez debería agradecer que lo coloquen en la palestra; después tanto tiempo en el ostracismo.