La buena noticia sobre el incremento de vuelos a la ciudad de Puerto Madryn podría verse opacada por un fenómeno que alertó a los especialistas. Según trascendió, hay cierta preocupación por el inusual incremento de la población de aves en la zona cercana al aeropuerto y esto podría impactar en la seguridad aérea. Todo indica que la mayor presencia de las denominadas “gaviotas cocineras”, estaría directamente asociado al tratamiento de residuos de la pesca que se realiza al norte de la ciudad portuaria, donde también están ubicados los cuencos municipales donde se arrojarían otros residuos orgánicos.
Como es de público conocimiento, las gaviotas que habitan en la zona costera del norte de Chubut, tiene la particularidad de comer de todo, no solo pescados e invertebrados marinos, sino también residuos. De hecho, la denominada “gaviota cocinera” es conocida por haber aprendido a alimentarse de la grasa de las ballenas cuando aún están vidas, y a diferencia de otras aves, la gaviota tiene la capacidad de comer de todo y adaptarse a cualquier ambiente.

Aves y seguridad aérea

Cuando se construye un aeropuerto, las condiciones medioambientales del lugar experimentan una transformación que repercute tanto en el paisaje como en la fauna silvestre. En todos los casos, el tráfico aéreo debe convivir con las aves que habitan la zona, y eso puede suponer un riesgo para la seguridad de los vuelos, como para las aves.
Las aves no solo pueden impactar contra las aeronaves, sino que más riesgoso aun es que sean absorbidas por los motores provocando daños en momentos críticos como lo son el despegue y aterrizaje de un avión.
Existen una serie de variables que contribuyen incluso al incremento de aves en las zonas de aeropuerto, por ello, es necesario abordar soluciones sin atentar contra la fauna.

El Tehuelche, las gaviotas y lo residuos

En el caso específico del aeropuerto El Tehuelche este ya está operativo, por ello es necesario tomar medidas que garanticen la seguridad aérea, incluso y de las aves se trata.
He aquí un fenómeno que puede ser subsanado con prácticas adecuadas en materia ambiental. Las gaviotas que habitan en la zona, abundaban en el pasado en el basural a cielo abierto que fue cerrado hace algunos años, aunque aún requiere remediación.
Las inusuales temperaturas de este invierno, han dejado expuesto el impacto que tiene en el ambiente el tratamiento de residuos orgánicos al norte de la ciudad. La gran cantidad de langostino que se ha procesado en lo que va del año, también ha generado un volumen de residuos que por su rápida descomposición atrae a las gaviotas.
Residuos de la pesca y otros residuos orgánicos que son arrojados a escasos kilómetros del aeropuerto El Tehuelche estarían encendiendo las alarmas acerca del incremento de aves en la zona y alerta sobre un tema de urgente tratamiento.