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The Wild: La leyenda del Rock – Parte 25

Julio de 1975: Se disipa Smog
Esto no hubiera sido nada más que una aventura más de Smog, de tantas otras como días tiene el año, salvo por un pequeño detalle: Smog se había enamorado, y a partir de aquella noche, no pudo separarse de Patsy ni por un instante durante varios meses.
Se la llevó a vivir a su departamento que había alquilado en el 4530 de la Michigan Avenue. No se permitía permanecer ni un solo minuto sin ella, incluso hasta la llevaba a los ensayos de la banda, cosa que, en los códigos tácitos de los grupos musicales, está totalmente prohibido.
Mientras la banda debatía, componía, tocaban probables alternativas de una canción dada, desgranaban las nuevas letras, o ensayaban canciones ya sabidas, Patsy no paraba de reírse a carcajadas de ingerir cerveza con aspirinas.
Dicho por el mismo Al Fresno, el representante que salvó a la banda de varias rupturas, aunque no de todas (según consta en sus declaraciones a la policía en 1979): “Patsy era una mujer muy bella, una de las más hermosas de las tantas que se acercaron a los muchachos en aquellos años de lujuria y estupefacientes. Tenía una belleza tan misteriosa como temible, ojos oscuros y rasgados que resaltaba con un maquillaje estilo gótico. Pero a la vez, se la veía muy inocente, siempre riendo, siempre abrazando a Smog en cualquier lugar o circunstancia. Estas demostraciones amorosas en los ensayos le ponían los pelos de punta al resto de la banda, menos a Frank, que se mostraba alegre y divertido con la presencia de Patsy. Obviamente, a Frank no le interesaba para nada aquella mujer, pero su naturaleza era, al mismo tiempo que escribir hits, uno detrás del otro, hacer de la misma manera, una tras otra, cualquier tipo de maldad que le fuera propicia.”
Como menciona Al, la presencia de Patsy molestó bastante al resto de la banda, pero en absoluto a Frank Spoth, que enseguida le había echado el ojo.
Los recitales en Chicago se continuaron y no había tiempo para ninguna reflexión. En aquellos tiempos su representante, Al Fresno, se movía rápidamente logrando más y más contratos. El éxito era arrollador, las canciones trepaban más y más en todos los billboards, tanto de Estados Unidos como de Inglaterra, e inclusive ya estaban incursionando en otros países de Europa y en Brasil. No así en Argentina, su país de origen, donde sistemáticamente eran rechazados y desconocidos por la crítica musical, que se dedicaba mucho más a las bandas inglesas de rock progresivo y sinfónico que a las rockeras de pura cepa.
Pero una fatídica tarde, como casi todas, de consumo de sustancias en cantidad y de todo tipo, en un momento en que Smog había caído dormido profundamente, Frank se llevó a Patsy a su habitación, la 5A en el Langham Chicago Hotel, en el 330 de la North Wabash Avenue, en el corazón de la ciudad.
Notas:
“Mandamiento 8. Queda totalmente prohibido, tanto en los grupos musicales y en otros tipos de agrupaciones, llevar a los ensayos o prácticas a cualquier persona ajena a la intimidad de la sociedad, así se trate de un amigo, una amiga, un o una pariente, un o una fan, y mucho menos una novia o novio. Este último caso es completamente imperdonable, y el responsable de este vil acto se tendrá que aguantar y aceptar que esta novia o novio sea birlado/a por cualquier otro miembro de la banda” (Los 10 mandamientos de la banda de rock, Solrac Rehcan, 2010, Editorial La Bonita)

Continuará…

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