ESTABA RECLUIDO EN UN HOTEL EN AUSTRALIA

Se escapó de la cuarentena haciendo una soga con sábanas

Australia está sufriendo lo que consideran como la cuarta ola de contagios de coronavirus, y por este motive han endurecido las medidas sanitarias en casi todo el país.
En este marco, un hombre de 39 años, recluido en un hotel por cuarentena forzosa, utilizó presuntamente una cuerda hecha con sábanas para descender desde su habitación en un cuarto piso y huir hacia la calle.
El hombre había llegado a Australia Occidental procedente de Brisbane el lunes por la tarde, pero no cumplía los requisitos de exención necesarios para entrar en el estado, que actualmente cuenta con estrictas normas fronterizas por el COVID-19, según un comunicado de la policía del lugar. Por lo que recibió la orden de abandonar Australia Occidental en un plazo de 48 horas y fue enviado a un hotel de cuarentena durante la noche. Supuestamente se dio a la fuga después de la medianoche, pero fue capturado el martes por la mañana y acusado de incumplimiento de una orden y de proporcionar información falsa.

Nuevo brote

La cinematográfica huida se produce en un momento en que Australia lucha por contener un brote local de la variante delta que comenzó el 16 de junio con un conductor de limusina de Bondi, Sydney, que transportaba a la tripulación de un vuelo internacional. Ahora se están registrando cientos de casos en Nueva Gales del Sur cada semana, con un puñado de casos en los estados vecinos Victoria y Australia del Sur.
Más de la mitad de los 26 millones de habitantes de Australia están en cuarentena en esos tres estados, y se han impuesto restricciones en otros lugares para detener la propagación.
Las fronteras de Australia están cerradas desde el año pasado para casi todos los no australianos. Incluso a quienes se les permite entrar en el país deben pagar miles de dólares para estar en cuarentena durante dos semanas en un hotel.
Las plazas en los hoteles de cuarentena gestionados por el Estado son limitadas, por lo que se están vendiendo menos pasajes para los vuelos internacionales. Miles de australianos se han quejado de que se les ha dejado fuera del país.

Retraso en la vacunación

A pesar de que la seguridad en las fronteras ha sido estricta, Australia ha tardado en vacunar a su población. Tan solo el 11% está totalmente vacunada, según el monitor de vacunación contra el COVID-19 de CNN. Es una cifra significativamente inferior a la del Reino Unido, donde el 53% está totalmente vacunado, o la de Argentina que ronda el 50%, o a la de Estados Unidos, donde el 48% está vacunado.
Eso significó que cuando la variante delta, de rápida propagación detectada por primera vez en la India, llegó a Australia, la protección de las vacunas fue escasa.
En un principio, Australia tenía previsto vacunar a la mayor parte de su población con la vacuna de AstraZeneca, pero más tarde recomendó esa vacuna únicamente para los mayores de 60 años debido a la preocupación por los coágulos sanguíneos.
A los australianos menores de 60 años se les aconseja la vacuna de Pfizer. Sin embargo, los suministros han sido limitados hasta la fecha. A principios de esta semana llegó al país otro millón de dosis de Pfizer, pero a los menores de 40 años todavía no se les ha ofrecido la vacuna dentro del programa oficial. Esto está causando preocupación en los estados donde la variante delta supone una amenaza. Las autoridades sanitarias están rastreando los contactos y ordenando a las personas que puedan haber estado expuestas al virus que se aíslen y se sometan a pruebas.

Más casos de la variante delta

El miércoles, las autoridades de Nueva Gales del Sur dijeron que habían encontrado 110 casos después de analizar un récord de 83.477 muestras en las últimas 24 horas.
“Por favor, no salgan de su casa a menos que sea necesario”, dijo la primera ministra Gladys Berejiklian. “Esto es realmente grave. Hemos hecho bien en frenar el crecimiento que otros países han visto en todo el mundo con la variante delta. Hemos frenado los miles y miles de casos que han tenido otros países del mundo. Nuestras tasas de vacunación son muy bajas y, sin embargo, lo hemos hecho muy bien para frenar el crecimiento del virus”, agregó.
“Lo que tenemos que hacer ahora es sofocarlo. Con las tasas de vacunación tal y como están, no podremos vivir libremente y con seguridad a menos que seamos capaces de sofocar este brote actual”, dijo Berejiklian.
Se espera que el área metropolitana de Sydney continúe en confinamiento más allá de julio, y el martes se amplió la cuarentena en Victoria por siete días más.
El director de Salud del estado, Brett Sutton, dijo que la variante delta era más infecciosa y se movía más rápido que los brotes anteriores de Australia. “No vamos a correr el riesgo de abrir demasiado pronto”.

ÚLTIMAS NOTICIAS