AJEDREZ

Carolina Cayo analiza su presente

La ajedrecista de Puerto Madryn, Carolina Cayo, es una la gran exponente en el “juego ciencia” adaptado, destacándose desde hace años a nivel nacional.
De hecho, se ha consagrado campeona argentina en categoría ciegos desde 2013. La joven comparte un análisis de su presente deportivo.

Cayo sostiene su actividad vía online

Una de las principales deportistas con discapacidad de nuestra provincia, es la ajedrecista Carolina Cayo, ha sido campeona argentina de ajedrez en categoría ciegos desde 2013 y analizó en dialogo con el área de prensa de Chubut Deportes, su presente deportivo.
Cayo, que además en 2019 fue elegida como la mejor ajedrecista no vidente del país, contó que “desde el año pasado no tenemos actividades presenciales, sobretodo porque en nuestra asociación ACUA (Ajedrecistas Ciegos Unidos de Argentina), la mayoría somos personas de riesgo. Se paró la actividad en todos lados y obviamente nuestra institución no pudo realizar eventos presenciales durante todo este tiempo, aunque sí estamos jugando torneos por internet, que sirven de práctica y para mantenernos activos”.
La deportista contó que en 2020 formó parte de la Comisión Paralímpica de FADA (Federación Argentina de Ajedrez): “allí hicimos un trabajo de relevamiento. Una especie de padrón de ajedrecistas con discapacidad en todo el país. El objetivo era poder armar el equipo para participar de la Paralimpiada que se realizó el año pasado de modo virtual. Eso se pudo lograr. Argentina compitió con 25 personas y tuve la suerte de poder ser parte del mismo. Fue una hermosa experiencia y fue el torneo más importante que me tocó jugar en este último tiempo”.
Más adelante, Cayo señaló que al no tener actividad ni eventos presenciales en lo que va del 2021, “ese tiempo lo estoy aprovechando para seguir preparándome para cuando se reanude todo. Soy persona de riesgo por mi diabetes tipo 1. Ya esto vacunada por suerte asique esperando que la actividad vuelva pronto y con muchas expectativas”.
Respecto a cómo sobrelleva esta etapa de pandemia, la madrynense explicó que “esta situación fue y es rara. Al principio uno la vive sin horarios ni obligaciones, pero eso a la vez te empieza a desorganizar la vida. El desafío fue retomar el ritmo de la vida cotidiana, imponer nuevas metas u objetivos, aunque resulta difícil cuando no hay nada concreto en el futuro cercano, pero bueno es una tarea que hay que hacer para no perder el foco”.

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