SE TRATA SOLO DE LOS PACIENTES QUE INGRESARON A CÁMARA HIPERBÁRICA

Madryn: Nueve casos de intoxicación con monóxido en un fin de semana


La llegada del frío trae consigo diversas acciones de parte de los vecinos y vecinas de la ciudad y una de ellas es el momento del encendido de las estufas para calentar los ambientes de la casa. En este contexto resulta fundamental la revisación y limpieza de los artefactos por parte de un gasista matriculado para evitar cualquier tipo de accidente: «La intoxicación por monóxido de carbono se debe a la combustión incompleta de combustible y provoca dolores de cabeza, mareos, náuseas, vómitos y puede llegar a niveles de inconciencia, paro cardíaco y muerte de la persona», indicó Sergio Hornung, jefe del servicio de la Cámara Hiperbárica del hospital Andrés Ísola de Puerto Madryn.

Promedio alto

El especialista señaló que la ciudad tiene una casuística alta de intoxicaciones: «En el fin de semana largo tuvimos nueve casos, de los cuales dos fueron graves. En total, desde el comienzo de los fríos, ya debemos llevar unas 18 personas atendidas». En lo que respecta a la media anual, Hornung detalló que «se vienen repitiendo una media de 50 tratamientos en la cámara hiperbárica, pero este año venimos apresurados».

Recomendaciones

A la hora de brindar recomendaciones, Hornung dijo: «La limpieza de los caloramas, de los calefones y la aireación del ambiente. Hay que dejar, por lo menos, una ventilación». En el caso de las personas que no cuentan con gas natural o estufas para calefaccionarse, el jefe del servicio advirtió que otro tipos de artefactos como los braseros «pueden generar la mala combustión y generar intoxicaciones». En ese sentido, Sergio Hornung advirtió que «el gran problema del monóxido de carbono es que no tiene olor, podemos sentir olor de algún mechero porque está quemando mal pero el monóxido no se detecta».

Tratamiento

En el caso de producirse una intoxicación por monóxido de carbono, «lo primero que hay que hacer es abrir una ventana, que las personas respiren aire limpio y asistir a las personas afectadas dando aviso al 107 o traerlos al hospital». Respecto al trabajo que se realiza en el Ísola, Hornung contó que «depende del nivel de intoxicación, con la cámara hiperbárica trabajamos cuando detectamos, por lo menos, un 21 por ciento de monóxido de carbono. Muchas veces se tiene en cuenta también la sintomatología. Cuando es un caso grave, ingresamos nosotros para asistirlos porque están inconscientes».
En algunos casos, una intoxicación grave puede dejar secuelas neurológicas, «sobre todo en la esfera cognitiva, trastornos en el humor, alteraciones nerviosas, trastornos de la atención, tiene secuelas, sobre todo, neurológicas».

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