A UN AÑO DEL HOMICIDIO DE ALAN BOPP, SU MAMÁ Y SU HERMANA RECLAMAN JUSTICIA

«Queremos que esto se termine de una buena vez y los asesinos sean condenados»


Hoy, 11 de abril, se cumple un año del asesinato del joven Alan Bopp, ocurrido en el barrio Comercio IV de Puerto Madryn, por el que hay dos personas detenidas y cerca de ser llevadas a juicio oral. Aquélla noche, Alan terminaba de ayudar a su madre a cocinar roscas de Pascua cuando con su hermano y un amigo sacaron a su perro Pitbull. Era casi madrugada y lo sacaban de noche para que no se pelee con otros perros. “A la vuelta de su casa, se cruzaron con Colemil Navarro y Hammond. Les quisieron robar, se produce una pelea y Navarro le dio una puñalada mortal en la espalda a Bopp”, señala la acusación de la Fiscalía. Por el hecho, Juan Colemil Navarro y Nicolás Hammond se encuentran detenidos, acusados de homicidio en ocasión de robo.

Seguir adelante

Este domingo, la familia Bopp tenía pensado realizar un festival musical para recordar a Alan, pero las medidas restrictivas obligó a repensar este homenaje, por lo que, finalmente, se realizó una caravana de autos por la ciudad. «A un año del asesinato de mi hijo, ninguno de nuestra familia está bien, tratamos de llevarlo como podemos, afrontarlo como podemos y Alan es el que nos da la fuerza día a día para seguir adelante», cuenta Cristina Ayala, mamá de Alan. Por su parte, Stephanie, hermana de Alan, expresó que «la realidad es que, a medida que pasa el tiempo, su ausencia se siente más. En mi caso, hay días que no quiero pensar en todo esto, quiero bajar los brazos, pero la fuerza de mi mamá me ayuda y obliga a acompañarla».

Buscando paz

Obviamente, todas las miradas de la familia están puestas sobre la Justicia. Si bien la causa tiene dos detenidos, la intención es que comience de una buena vez por todas el juicio oral: «Lo que queremos se haga justicia, que los jueces cumplan su función como corresponde y que no solamente vean los derechos de los asesinos, sino también de las víctimas que somos nosotros como familia. Es muy difícil seguir con esta fuerza día a día y sabemos que este domingo no va a ser el último día de nuestra lucha y tenemos mucho por delante», dijo Cristina. En ese sentido opinó también la hermana de Alan, quien reclamó que la causa se eleve a juicio: «Quiero que todo esto se termine de una vez y los asesinos tengan una condena como corresponde. Nada va a calmar nuestro dolor, solo intentamos convivir como podemos, pero una vez que salga el juicio vamos a poder estar en paz. Me gustaría que la Justicia actuara con mayor rapidez pero entendemos que no nos beneficia el contexto en el que nos encontramos».

Corazón gigante

A lo largo de este año se realizaron una gran cantidad de marchas y festivales en pedido de justicia por Alan Bopp y todas ellas multitudinarias, demostrando lo querido que era este chico de 21 años. Y así lo recordó su mamá en esta charla con El Diario: «Era un chico que siempre pensaba en los demás, en sus amigos, en su familia, especialmente en sus hermanos y en mí. Siempre me preguntaba si nos hacía falta algo, era un chico que tenía un corazón inmenso, para él no había clases sociales. Era un chico sano, amoroso y tenía muchas virtudes, todos, su familia, sus amigos, las personas que lo conocían, lo amaban por cómo era. Lo poquito que tenía se lo daba a los demás». Finalmente, Stephanie Bopp contó de su hermano: «Lo vamos a seguir recordando como lo que él era, una persona con un corazón gigante, alegre, con ganas de vivir la vida».

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