«Madryn es gay friendly solo para los que bajan de los cruceros con dólares y euros»
Este 18 de marzo se conmemoró el Día de la Promoción de los derechos de las personas trans y en este contexto, El Diario dialogó con Morena Gómez, referente en Puerto Madryn de Mujeres Trans Argentina (MTA) y co-creadora del Espacio Trans de la ciudad, quien brindó un panorama de la situación que atraviesan travestis, transgénero y transexuales en la ciudad portuaria. «Nosotres nucleamos en el espacio a alrededor de 25 personas entre varones y mujeres trans, pero entendemos que debe haber cerca de 50, pero lo que pasa es que no tenemos llegada. Si bien salimos en los medios dando a conocer el espacio, l publicamos en las redes sociales, entendemos que hay personas que prefieren no hacerse visibles y otras que no saben cómo llegar».
Derechos vulnerados
Esta forma de organización de las personas trans tiene que ver básicamente con la ausencia del Estado a lo largo de los años: «Yo tengo 36, me encuentro en el límite de la expectativa de vida que para las mujeres trans es de 35 y 40 años, me considero una sobreviviente. El Estado ha estado tan ausente en nuestra vida, que hemos sufrido todos tipo de violencia, entonces la idea es juntarnos para ver de qué manera podemos exigir los derechos que ya se han ganado y no se están respetando como el cupo laboral trans que en Puerto Madryn fue aprobado en 2018 pero hasta ahora no ha sido reglamentado y no hay ninguna personas que esté trabajando dentro del Estado», contó Morena. Otro de los derechos vulnerados tiene que ver con la cirugía: «El artículo 11 de la Ley de Identidad de Género dice que el Estado debe garantizar la cirugía de las personas trans y eso tampoco se está cumpliendo. En la provincia del Chubut se han hecho operaciones a varones trans, pero ni siquiera es la que deben hacerle y para las mujeres siempre dicen que no hay insumos o capacitación de los médicos». En el Registro Civil también surgieron algunos problemas a la hora de hacer el cambio de identidad en el DNI, pero con el acompañamiento del Espacio Trans y el INADI pudieron lograrlo.
Selectivos
Morena Gómez indicó que la intención del Espacio Trans y de MTA es concientizar a la ciudad respecto a los derechos de las personas trans: «Se dice que es una ciudad gay friendly, pero sabemos que esto solo es para el que se baja de los cruceros con dólares y euros, pero quienes vivimos en la marginalidad, quienes vivimos en los barrios populares, somos las personas más vulneradas y nos encontramos fuera de todo sistema, ya sea educativo o de salud».
Encerradas
Retomando el tema laboral, la referente trans de Puerto Madryn relató que «más allá del Estado que ya debería estar contratando personas trans, la gente en general, los que tienen un negocio, normalmente no contratan una persona trans porque se nos cuestiona cómo nos vemos, la vestimenta, se nos utiliza siempre como objeto sexual y piensan que no servimos para otra cosa. Durante la pandemia se nos dificultó aun más todo, se nos acrecentaron todas las necesidades básicas que teníamos porque la mayoría de nuestras compañeras son trabajadoras sexuales, ejercían la prostitución en la calle y esta pandemia vino a encerrarnos y no se podía generar dinero».
Desconocimiento
Otro de los ámbitos donde las personas trans es en el acceso a la salud. En ese sentido, Morena Gómez contó: «La violencia viene desde quien te da un turno hasta quien te atiende porque desconocen la Ley de Identidad de Género. Una va producida, con pollera, maquillada, con escote, vestida de mina y te terminan tratando de forma masculina, entonces muchas veces las compañeras y los compañeros dejan de asistir al sistema de salud por esos motivos y van cuando la están pasando muy mal y así nos ha pasado que en la ciudad se han muerto varias compañeras».
La lucha continúa
Por último, la referente de MTA en Puerto Madryn reconoció que muchas veces son discriminadas dentro del colectivo LGBTIQ+: «Somos el último eslabón de la cadena, siempre somos marginalizadas, para la comuniadd LGBTIQ somos las disfrazadas, las ridículas o los ridículos, así que imaginen para el resto de la sociedad solamente somos las prostitutas y solo servimos para eso. Pero la lucha la seguimos dando y en algún cambiará la cabeza de las personas. Nosotros siempre decimos que, si no alzamos la voz nosotras mismas, ¿quién la va a alzar?. Nadie y eso es lo que estamos trabajando acá».