EL 4 DE MARZO ES EL DÍA MUNDIAL

La obesidad, una enfermedad que agudizó la pandemia


El 4 de marzo es el Día Mundial de la Obesidad, un desorden que puede tener orígenes tanto alimenticios, hormonales, genéticos o psicológicos y que consiste en el aumento exagerado de peso. Según definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona padece de obesidad cuando su índice de masa corporal (IMC) alcanza o supera el límite de 30 kg/m². Aunque este parámetro es meramente orientativo, ya que hay otros factores que también influyen, como son la edad, el sexo, la cantidad de masa muscular individual o la etnia y la medición del IMC tampoco es rigurosa, en cuanto a la distribución de la grasa en el cuerpo.
Esta patología y la consiguiente falta de una vida saludable se caracteriza por la acumulación de células grasas o adipocitos, que se asientan en todo el cuerpo. La grasa periférica es la que se sitúa entre la piel y los músculos en zonas específicas, como el abdomen, las caderas o los miembros y la grasa visceral es la que afecta a los órganos internos, especialmente al corazón, el hígado, el cerebro, el páncreas y los riñones.

¿Cuáles son las causas de la obesidad?

En general la principal causa de esta enfermedad es la ingesta de un número de calorías mayor al que se quema habitualmente. El exceso de calorías se acumula en forma de adipocitos y con el tiempo se padece, primero de sobrepaso y si no se toman medidas para adelgazar, se puede derivar en una obesidad.
La obesidad suele ser producto de una mala alimentación, ausencia de una vida saludable y sedentarismo, pero hay algunos casos, en los que esta enfermedad está directamente relacionada con otras situaciones y hasta con patologías, que pueden provocar su aparición o agravar su estado.
La genética es un factor determinante, ya que se hereda la propensión a padecer obesidad. Al envejecer se tiende a aumentar de peso, a causa de la disminución de la masa muscular y del ritmo metabólico. El embarazo puede hacer que una mujer engorde demasiado y luego le resulta muy difícil deshacerse de esos kilos de más y la falta de sueño suele ir acompañada del consumo descontrolado de alimentos.
Entre las patologías que influyen negativamente sobre la obesidad, está el síndrome de ovario poliquístico (SOP), el Síndrome de Prader-Willi (que provoca hambre excesiva), el Síndrome de Cushing (que dispara los niveles de cortisol y el estrés), el hipotiroidismo (exceso de secreción de la tiroides), la osteoartritis (OA) y la mayoría de las enfermedades que causan dolor y, por tanto, disminuyen la actividad física y pueden provocar ansiedad.

¿Qué consecuencias tiene la obesidad?

Padecer obesidad puede ser algo mucho más grave que aumentar de peso, puesto que, esta enfermedad se asocia a la aparición de otras muchas afecciones o al empeoramiento de las mismas. El cuerpo necesita un cierto equilibrio y una vida saludable y cuanto más pese, mayor será el esfuerzo que se requerirá para que todo funcione correctamente.
Las complicaciones de salud relacionadas con la obesidad son: hipertensión, enfermedades cardiovasculares, padecimientos de vesícula, hígado graso, artritis, artrosis, diabetes del tipo II, esterilidad, aparición o empeoramiento de ciertos cánceres (de endometrio, colon, mama, páncreas o estómago), propensión a los golpes, etc.

¿Cómo se cura la obesidad?

No existen recetas mágicas para curar la obesidad ni dietas milagrosas, que permitan dentro de los parámetros de una vida saludable, bajar de peso sin hacer esfuerzos. No solo se debe hacer régimen para adelgazar, sino que es imprescindible el ejercicio físico y muchas veces, se necesitará apoyo médico, nutricional y psicológico para superar esta enfermedad.
Cuando se padece obesidad que no esté relacionada con otras patologías, se debe tener presente que toda ayuda debe ser bienvenida, por lo que, en el momento en el que se decide bajar de peso es aconsejable recurrir al médico de cabecera, para que le aconseje cuáles son los pasos más adecuados a seguir y qué opciones tiene.
Es importante saber que para aquellas personas que no logran reducir el peso corporal sólo con una dieta y una vida saludable, es posible recurrir a algunos métodos quirúrgicos, mediante los cuales se reduce la capacidad del estómago o se conecta parte de este directamente al intestino delgado. Estas operaciones no solo conllevan un riesgo, sino que los postoperatorios suelen ser muy duros.

¿Cómo se puede prevenir la obesidad?

La obesidad es una enfermedad que aqueja a muchísimas personas en todo el mundo y el confinamiento por la pandemia de COVID-19 ha multiplicado el número de casos, que de por sí ya era alarmante. Especialmente grave es la cantidad de niños con obesidad infantil, puesto que son los más propensos a padecer de adultos las patologías antes mencionadas.
La solución es llevar una vida saludable basada en la ingesta de alimentos bajos en grasas y poco procesados, beber líquidos en abundancia especialmente agua y zumos naturales y evitar las bebidas azucaradas y edulcoradas, comer alimentos variados sin conservantes ni elementos químicos y hacer ejercicio todos los días (como mínimo una caminata de media hora).

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