“CUANDO NOS PERDEMOS CON ALCOHOL NO SABEMOS LO QUE HACEMOS”, AFIRMÓ

Laura Vargas admitió la autoría del homicidio de Rosa Acuña

La séptima jornada del juicio oral donde se ventila todo lo ocurrido en relación al homicidio de Rosa Acuña contó con la declaración de la principal acusada, Laura Vargas y los alegatos de las partes para esperar ahora la lectura del veredicto que determinará la responsabilidad que les cabe a quienes fueron traídos a juicio. Desde las 8,30 se desarrolló el evento que cuenta con el tribunal integrado por el Juez Gustavo Castro como presidente y las magistradas María Tolomei y Mirta Moreno en carácter de vocales, ambas hoy presenciando a través de videoconferencia.

“Me arrepiento”

En primera instancia se produjo la declaración voluntaria de Laura Vargas, acusada de homicidio simple y según la parte acusadora, responsable principal del hecho. “Se me fue de las manos” fueron sus primeras palabras en la sala de la cámara penal: “lo que dijeron los testigos es verdad, hubo mucha bebida…la única que mintió fue Lorena Oyarzo, ella también le pegó a Rosa”, señaló luego.
Más adelante expresó: “yo tengo 31 años y realmente me arrepiento, estuve dos años y dos meses privada de mi libertad y no tuve ningún contacto con Oyarzo, no la amenacé en ningún momento”. Después refirió a cuestiones personales diciendo que su hija de 9 años había sido abusada por su pareja y vio mensajes que se mandaba el hombre con Rosa. Aseguró haber cambiado mucho en este tiempo y quería estar con sus hijos y manifestó: “cuando nos perdemos con alcohol no sabemos lo que hacemos”.
Ante una pregunta de su defensor dijo que no mató a otra persona como denunciara Lorena Oyarzo y solo se debió a mensajes mandados sin sentido, desmintiendo haber hecho eso. “Me arrepiento con la mano en el corazón y delante de la mamá de Rosita, no duermo y he pasado muchas cosas feas, tengo una nena de 10 años y uno de cuatro, pero he cambiado mucho. Me arrepiento”, terminó declarando Vargas.

Fiscalía pide culpabilidad

Luego se escuchó el alegato del Ministerio Público Fiscal, representado por la fiscal general Griselda Encina que consideró haber podido acreditar los hechos de acuerdo a la hipótesis esgrimida en la acusación. Es así que se puede afirmar que Laura golpeó salvajemente a Rosa Acuña y planeó calcinarla para borrar huellas, mientras que Campusano, Oyarzo y Samusik prestaron ayuda y tal situación los coloca como encubridores.
Las imágenes de las cámaras donde puede verse al vehículo cuando iban al descampado con el bául abierto y el regreso con todo cerrado es otra de las pruebas mencionadas. Pero uno de los informes principales tiene que ver con la autopsia sobre el cuerpo de la víctima, donde se destaca que el tiempo de exposición al fuego fue la causa efectiva de la muerte debido a los elementos ígneos hallados en las vías respiratorias, lo que confirma que Rosa estaba viva al momento de producirse el incendio.
Otros elementos que reflejan la autoría se dan con los mensajes: “ la reventé a palos, a piñas, no sabés como la dejé”, dice uno de ellos, mientras en otro reconoce: “yo ya zafé de una chabona, con esta va a ser la segunda”. Vargas intentó matarla y esa intención no desapareció, tal es así que intentó quemarla, aseveró la fiscal en parte de su alegato.

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