En la Unidad 24 de la localidad de Florencia Varela, en Buenos Aires, dos presidiarios, Cristian y Alejandro, comenzaron a viralizar contenidos filmados con teléfonos celulares a través de la aplicación Tik Tok, desafiando la normativa que prohíbe el uso de dichos dispositivos en las cárceles de todo el país. Sin ir más lejos, durante la requisa realizada en el Instituto Penitenciario Provincial ubicado a la vera de la Ruta 3 entre Puerto Madryn y Trelew, la Policía incautó más de 40 teléfonos dentro de las celdas, lo que expone una preocupante realidad que no se circunscribe solamente al territorio provincial.

En este caso, los dos reclusos se convirtieron en auténticos «influencers» tras difundir videos realizados dentro del penal bonaerense, sumando más de 55 mil seguidores.

Lo insólito de la situación es que, en varias ocasiones, los sujetos han realizado transmisiones en vivo, saludando a seguidores de todo el país y respondiendo preguntas sobre la vida en la prisión y la delincuencia. Recientemente, uno de los presos fue sancionado por utilizar el celular para realizar videos, el cual le había sido entregado en el marco de la normativa estatal que permite emplear teléfonos para contactarse con familiares; ello también evidencia la falta de controles respecto del tiempo de uso y la permanencia de los dispositivos dentro de las celdas y a disposición de quienes se encuentran alojados en instituciones penales.