Deuda externa: se canjeó el 99% de los bonos y la adhesión fue del 93,5%
El canje de 21 bonos de la deuda externa por u$s 66.137 millones tuvo una aceptación de 93,55% y permite un intercambio del 99% de los títulos -por alrededor de u$s 65.500 millones-. Se activaron casi todas las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC), con lo que la reestructuración de la deuda es casi total.
Los cupones de intereses se recortarán un 43,8% desde el 7% promedio actual hasta el 3,07%.
El alivio financiero, si se agrega el canje de deuda en dólares con ley local (que este martes a las 20 tiene el fin de la etapa de aceptación temprana), será de u$s 42.500 millones en cinco años y u$s 37.700 millones hasta 2030.
Así lo anunció en la tarde de este lunes el ministro de Economía, Martín Guzmán, en un acto en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada.
“Si Argentina hubiese tenido que enfrentar esta carga de deuda, la consecuencia que hubiese tenido para las políticas públicas hubiera sido devastadora para cualquier proceso de desarrollo”, dijo el funcionario y agregó que “implicaba más ajuste en un momento de recesión, que era el camino que se había seguido durante los dos años previos”.
De acuerdo a lo que contaron fuentes del mercado, solamente no se habrían llegado a activar las CAC en los bonos Par 2038 emitidos en 2010, tanto en dólares como en euros. La CAC establecía una participación mínima de 66,6%.
Serían unos u$s 600 millones en total los que quedaron afuera de la operación. Algunos operadores aseguran que además de los Par 2038, tampoco se habría alcanzado la CAC en un bono en francos suizos emitido en 2017.
Según revela El Cronista, se estima que si los bonistas que quedaron afuera (holdouts) quisieran litigar contra la Argentina quedarían muy aislados en el mercado.
Compromisos
El anuncio fue encabezado por el presidente, Alberto Fernández, quien aseguró que su gobierno tiene tranquilidad “porque hicimos las cosas tal como prometimos hacerlas. Esta vez la deuda no la van a pagar los que menos tiene, y hemos podido cumplir”, afirmó el Presidente.
A partir de ahora, el siguiente desafío del titular del Palacio de Hacienda será negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) una refinanciación de la deuda con ese organismo, que equivale a unos u$s 45.315 millones, a la cotización de hoy de los Derechos Especiales de Giro (DEG), que es una canasta de monedas de dólares, euros y yenes, entre otros.
Con esa institución, la Argentina buscará postergar por al menos tres años los compromisos de capital, pero seguirá pagando los intereses, con un cupón de 4,9% anual.
“Hoy no hay con qué pagarle”, lamentó Guzmán, tras recordar cómo se tomó ese crédito, el mayor concedido en la historia del FMI, que giró el 1277% de la cuota que le correspondía a este país.
El acuerdo al que se llegue con el FMI será “de frente a la sociedad y no de espaldas”. Guzmán anticipó que se tratará en el Congreso para que sean los representantes de la sociedad los que avalen los términos del nuevo programa, que se alcanzaría recién en el primer trimestre de 2021.
En los próximos 6 meses, el equipo económico definirá el tipo de programa que se pedirá. Podría ser un Stand By Agreement (SBA) o un Acuerdo de Facilidades Extendidas, que permitiría plazos más largos para el repago -hasta 10 años- a cambio de una serie de reformas estructurales, como en las jubilaciones y en el sistema laboral.
Lo que sí está decidido es que la intención oficial será la misma que en 2003, cuando Fernández era jefe de Gabinete de Néstor Kirchner.
La premisa será «primero crecer, después pagar». Con eso, el Gobierno explorará un camino propio, sin presiones excesivas del organismo para tener un ajuste fiscal rápido en el tiempo, que no ahorque el incipiente crecimiento que vendrá en 2021, aunque más no sea por un rebote desde el subsuelo de la pandemia.
Lo más urgente en el área económica, no obstante, será la presentación del Presupuesto 2021, tarea que se concretará el próximo martes 15 de septiembre.
En ese documento el Gobierno exhibirá los cálculos plurianuales del desempeño de la economía hasta el 2023.
En principio, el ministro adelantó que en 2021 apuntarán a tener un déficit fiscal primario (sin contar el pago de intereses de la deuda pública) equivalente al 4,5% del Producto Bruto Interno (PBI).
Guzmán arrancó mencionando las condiciones que llevaron a este proceso a partir de 2016. El funcionario habló de default virtual como herencia recibida del anterior Gobierno. Lo que levantará el viernes 4 de septiembre, con el intercambio virtual de los títulos, es el default real, el noveno en la historia de la Argentina.
El ministro y el jefe de Estado también agradecieron los apoyos locales (el Congreso, los gobernadores, los empresarios y los sindicatos) e internacionales que recibió y señaló que la sostenibilidad de la deuda es una política de Estado.
Algunas figuras que explicitaron su aval a la oferta de la Argentina fueron el Papa Francisco, el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz (mentor de Guzmán) y Kristalina Georgieva, la directora Gerente del Fondo. (Fuentes: Télam y El Cronista)