EL MITO DE LOS ANIMALES BORRACHOS TIENE BASE CIENTÍFICA

Animalito e’ dios

Un equipo de investigadores de la Universidad de Calgary de Canadá descubrió que las variaciones en las capacidades de metabolizar el etanol en diferentes especies pueden explicar el mito de la “borrachera animal natural”. En su artículo, publicado en la revista “Biology Letters”, los científicos describen la comparación de mutaciones en el gen ADH7 en múltiples especies y lo que encontraron al hacerlo.
Durante muchos años, existió evidencia anecdótica de animales salvajes que se emborrachan y tienen un mal comportamiento después de consumir frutas y bayas fermentadas. Un ejemplo notorio fue el de los elefantes que consumían fruta del árbol de malura después de que cayera y fermentara. Se describía que estos animales se comportaban de manera errática, a veces chocando y peleando en el medio de aldeas, a pesar de que normalmente son una especie calmada.
Pero en 2005, un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol desacreditó tales historias con un estudio en el que afirmaban haber encontrado evidencia de que los elefantes eran tan grandes que tendrían que tomar mucha más fruta de la que podrían consumir para emborracharse. Sin embargo, el nuevo estudio explica que el equipo de Bristol olvidó un factor importante que contribuye al estado de embriaguez: la eficacia con la que un animal puede metabolizar el alcohol.
El trabajo consistió en observar el gen ADH7, presente en una amplia variedad de animales. Su propósito es favorecer la producción de enzimas que metabolizan el etanol. Investigaciones anteriores han demostrado que la mayoría de los primates tienen una mutación ADH7 que les permite metabolizar esta sustancia de manera más eficiente. Se cree que la mutación persistió porque permitió a los primates consumir grandes cantidades de frutas y bayas fermentadas sin emborracharse demasiado para conseguir funcionar normalmente. En particular, otros mamíferos, como los murciélagos (que también comen muchas frutas y bayas) tienen una mutación similar, ya que volar estando borracho podría ser un inconveniente.
Los investigadores observaron el gen ADH7 en 85 mamíferos y descubrieron que muchos de ellos, como caballos, vacas y elefantes, no tienen la mutación y, por lo tanto, no son tan buenos para metabolizar el etanol. Esto sugiere que si tales animales consumieran frutas fermentadas, se intoxicarían mucho más fácilmente que los animales que poseen la mutación. Por lo tanto, sugieren que es posible que los elefantes a veces se emborrachen y, por ello, se comporten fuera de lugar. Como algunos humanos.

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