Huelga nacional en Colombia cerró con un cacerolazo masivo

Una jornada que parecía pacífica se empañó por la acción de encapuchados que armados con piedras y bombas molotov atacaron varios edificios públicos en el centro de Bogotá, como la alcaldía y el Congreso. Esto ocasionó que la policía antidisturbios dispersara a los manifestantes que se concentraban en la Plaza de Bolívar.
Sin embargo, anoche las protestas se mantienen en la capital. Los ciudadanos desde sus casan han salido a las ventanas, a las esquinas de sus barrios a manifestarse a golpe de cacerola pitos y arengas, informa el corresponsal de Infobae Jorge Cantillo.
En la localidad de Chapinero hay personas concentradas en las esquinas que con cecerola en mano continúa expresando su malestar con el Gobierno de Iván Duque.
En otros sectores como La Macarena, la gente volvió a salir a la calles a levantar su voz y rechazar los actos vandálicos que tomaron protagonismo en algunos momentos de la jornada.
“Estábamos con las cacerolas desde las casas pero la policía se paseó por todo el barrio así que los vecinos salimos espontáneamente a la calle a hacer ruido, pero sin violencia y sin vandalismo. Así nos seguiremos manifestando”, afirmó un habitante de La Macarena.
En el norte de Bogotá también se está presentando un cacerolazo masivo. Este tipo de protesta en la capital no es usual, pero ha sido la manera que encontró la gente para seguir manifestándose después de que las concentraciones fueran dispersadas por la Fuerza Pública.
La alcaldesa electa de Bogotá, Claudia López, también destacó el espontáneo e inédito cacerolazo en la ciudad y así como lo hizo en la tarde, cuando acudió a la Plaza de Bolívar para saludar a los manifestantes, destacó que la protesta pacífica es un derecho de los ciudadanos al cual no pueden renunciar.

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