El acuerdo fue un empate

El Gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, quedó conforme con el acuerdo con la Nación y logró un respiro para empezar a pensar su tiempo de mandato. Para los expertos, el pacto entre las provincias y la Nación resultó un empate en el «consenso fiscal» alcanzado la semana pasada. Todos ganaron y cedieron, pero comenzaron a corregir distorsiones fiscales insostenibles y ello beneficiaría a todos. El economista Luis Palma Cané (Fimades) agregó que «dentro de un esquema de suma cero, técnicamente no hubo ganadores y perdedores. Es positivo el acuerdo pero peca de demasiado gradualismo». Camilo Tiscornia (C&T) señaló que «pierden de un lado y ganan de otro; el que gana es el país, si se puede cumplir, porque reducirán el déficit fiscal».
Juan Luis Bour (FIEL) dijo que «es un juego de suma positiva porque con las reformas la torta será agrandada y si alguno pierde se compensa por el tamaño». Para Daniel Artana (FIEL) «lo más importante es cumplir la contención del gasto para lograr la rebaja de impuestos».

Gol de Nación

Nación ganó porque las provincias desistieron de 56 juicios por $ 340.000 millones y la provincia de Buenos Aires archivó otro por $ 400.000 millones en la Corte Suprema. Se ahorró $ 740.000 millones.
También, por el recalculo previsional, reducirá entre $ 50.000 y $ 70.000 millones por los aumentos jubilatorios según inflación y se aseguró la transferencia de $ 20.000 millones del Banco Nación al Tesoro y el 20% de utilidades futuras.
Pero Nación también perdió. A cambio de evitar esos juicios, le girará a Buenos Aires $ 40.000 millones más en 2018 y $ 65.000 millones desde 2019 (algo que ya pagaba en otras partidas) y a las demás les dará un bono de $ 80.000 millones a una tasa de 6% en 11 años: $ 5000 millones en 2018 y $ 12.000 millones desde 2019.

Gol de Provincias

Las provincias, a su vez, ganaron ese bono ($ 80.000 millones) y celebraron la caída del millonario juicio ($ 400.000 millones) de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. Si la Corte le daba la razón muchas de ellas, o todas, se fundían. Al eliminarse el Fondo del Conurbano Bonaerense (FCB), de donde recibían todas $ 65.000 millones, la Nación les aseguró esos recursos a todas ellas por la coparticipación de ganancias, automática e inapelable. Y además compensará a Vidal.
Aunque las provincias perdieron por los juicios inciertos ($ 340.000 millones) y por la ley de responsabilidad fiscal, que las obliga a ahorrar $ 300.000 millones hasta 2023. De esa masa, en estos cinco años debe salir la rebaja de impuestos de $ 150.000 millones, por Ingresos Brutos y Sellos.
Asimismo, tuvieron un «empate técnico» en el reparto. Las provincias obtendrán en forma neta $ 44.000 millones más por la nueva coparticipación de ganancias, pero perderán $ 35.000 millones que le venían del impuesto al cheque.

A congelar los salario de estatales

En el contexto del encuentro entre el presidente Mauricio Macri y los gobernadores provinciales para sellar el acuerdo fiscal entre el Ejecutivo y las provincias, el mandatario pidió a los jefes provinciales que tengan en cuenta que los sueldos de los estatales son altos en relación a los de la actividad privada. Por ende, apuntó a la reducción de los salarios. De esta forma, en un audio filtrado por un medio online, se puede escuchar a Macri pidiendo: «Lo he hablado con varios de ustedes, el tema del empleo público y el nivel de salarios, porque si estamos creando todas estas condiciones para que se genere trabajo en el sector privado, el problema es que si les competimos con salarios más altos, el sector privado no va a poder generar la mano de obra que necesita para su crecimiento». (Ver https://soundcloud.com/user-429318166/el-pedido-de-macri-para-no-subir-los-salarios-de-empleados-publicos )

Se viene cambio en la administración pública

Más allá de los contratiempos que está teniendo en el Congreso de la Nación, el Gobierno busca acelerar la reforma estructural del Estado. Tras el envío de la reforma tributaria y la continuidad de las conversaciones con el tema laboral y previsional, el Poder Ejecutivo quiere implementar a partir de fin de año una reestructuración en diversas áreas del Estado, como una forma de reducir gastos fijos y buscar eficiencia. Ya se habla de reformulación de diversas secretarías, subsecretarías y direcciones generales y no se descarta la fusión de algún ministerio con otro. Un funcionario del gabinete económico confío que “si queremos trazar un trabajo serio de baja del déficit fiscal, sin dudas que eso implica directamente hacer los deberes en casa”.
“Esto no significa despedir gente, sino reacomodar muchas personas que trabajan en el Estado y que tienen funciones superpuestas e incluso hay áreas que están con mucho personal, donde sobra, y otras en las que falta gente”, agregó el mismo funcionario.
El nudo central de esta reestructuración pasa por reducir el costo en los puestos políticos y allí se habla que habría una retracción para el próximo año del orden del 15 al 20 por ciento. Esos son los parámetros en Nación que piden se repliquen en las Provincias. En Chubut ya habría un borrador con los cambios que se avecinarían a partir del verano.

Los intendentes en alerta

Está visto que la `luna de miel´ entre el nuevo gobernador y los intendentes buscará prolongarse lo más posible, pero como todo en la vida, dicen que durará hasta la primera gran decepción. Y como en política los amores se miden en término de alianzas y de resultados concretos, es probable que la negociación con Nación en torno a los Ingresos Brutos, que en Chubut ejecutan de manera directa los municipios, sea el tema de la discordia que a corto plazo arrastre desencuentros. Es que las administraciones municipales no pueden pensarse siquiera sin este impuesto que les garantiza el 70% de sus arcas. Excepto que Provincia tenga alguna solución en la manga para negociar en nombre de otros, todo indica que los intendentes pondrán el grito en el cielo por lo que comprometió Arcioni en Buenos Aires.