Violencia de género, los hombres también la sufren

Estadísticamente la mayor cantidad de denuncias recibidas en la Argentina por violencia de género son realizadas por mujeres, sin embargo un mínimo porcentaje de hombres también exponen haber sufrido en alguna oportunidad “violencia por parte de su ex pareja”.
Este tipo de agresiones ocurre en menor proporción que las que afectan al sexo femenino, aunque el flagelo suele mantenerse más oculto, debido a que el género masculino tiene mayores problemas a la hora de pedir ayuda por el estigma que relaciona al varón con el «sexo fuerte».
Las principales causas para el ocultamiento son la falta de apoyos jurídicos; miedo al ridículo; falta de recursos; problemas de credibilidad; falta de apoyo familiar; y creencia en el merecimiento de la violencia.
En este contexto, distintos especialistas afirmaron que “en estos casos se trata de una violencia de género oculta, cuyo único indicador hasta el momento se basa en registros estadísticos realizados en febrero del año 2016 por la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) que dio a conocer que el 9 por ciento de las denuncias derivadas de comisarías, hospitales y ONGs de la Ciudad de Buenos Aires, provienen de hombres”.
El mismo informe a nivel nacional expuso que la problemática puntual se debe a cuestiones de violencia doméstica que engloba casos de agresiones familiares, donde más del 90 por ciento son agresiones hacia las mujeres , mientras que un 3 por ciento de los afectados son hombres y el otro 7 por ciento se trata de violencia de relaciones cruzadas.
Si bien, los especialistas describieron que “hay una diferencia al hablar de violencia de género hacia la mujer y el hombre, por lo que engloba de por sí la agresión hacia las partes”, a su vez puntualizaron que “hay una sucesión de hechos en donde la mujer es víctima por el hecho de ser mujer, donde el hombre ejerce sobre ella un poder del que se vale para manipularla psicológicamente hasta llegar a la violencia física, donde se ponen en balanza muchas cuestiones que de por sí, dejan a la mujer en un grado de completa inferioridad hacia el hombre y el momento de ejercer la violencia, por la contextura física, por la situación social en la que está posicionado cada uno y la manipulación que ejerce el victimario sobre su víctima”.
Si bien, esto deja en mayor vulnerabilidad a la mujer, también es cierto que “hay hombres que sufren violencia por parte de la mujer, donde esta puede llegar a insultar, rebajar, minimizar a su pareja e incluso propiciar golpes, si bien inferiores, no dejan de ser actos de agresividad”.
En general, los especialistas hacen hincapié en la incapacidad que tiene el hombre para denunciar el maltrato por vergüenza cultural o, en ciertas ocasiones, por desconocimiento verdadero de estar padeciendo este tipo de violencia, situación que se potencia con la falta de datos.
En este punto, “es clave detallar qué es violencia de género y para ello se puede emplear la definición de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) donde cita que ´Todo acto de violencia sexista que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psíquico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la privada”, afirmaron los especialistas.

Denunciar en Puerto Madryn

Pepe (a fin de preservar su identidad real), de 32 años, ciudadano de Puerto Madryn, explicó haber sido víctima de violencia psicológica y física por su ex pareja, madre de su hija, además de sufrir constantes amenazas verbales provenientes de la misma.
“Al principio no comentaba nada de lo que pasaba con la madre de mi hija, yo ya estaba separado y no quería exponer esto en la justicia porque lo único que yo quería era poder ver a mi hija y que el tiempo que estuviera conmigo fuera de calidad, además de que no quería que ella escuchara ningún tipo de pelea entre su madre y yo”, contó el hombre.
Sin embargo, remarcó que con los meses la situación fue empeorando porque su ex utilizaba a su hija para manipularlo y agredirlo. Pepe aseguró que a pesar de cumplir permanentemente con la cuota alimentaria y colaborar en lo que pudiera con la crianza de su hija, la madre de la misma lo agredía de diferentes formas cada vez que tenía que retirar a su hija del domicilio materno, además de haberlo amenazado verbalmente las últimas dos veces que fue a busca a la menor.
Por esta razón, decidió acercarse a la Comisaría de la Mujer de Madryn para realizar a denuncia. “No me quisieron tomar la declaración, pero tampoco me dieron información de donde ir o qué hacer”, aseguró Pepe, quién decidió por forma propia acercarse a la comisaria de su barrio a realizar la denuncia correspondiente para que se apliquen medidas de resguardo hacia su persona.
El caso de Pepe no es el único en la ciudad de Puerto Madryn, como tampoco lo es en el país, lo cierto es que “la desinformación entre los ciudadanos es mucha”. En esto, “es muy importante estar informados, saber cuáles son los derechos de cada ciudadano y donde pueden recurrir según el acto que estén atravesando para no estar dando vueltas al momento de necesitar exponer algo como me pasó a mí”, dijo el hombre.

Terminología y rarezas

En este sentido, desde el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) a nivel nacional afirmaron que no es un caso de violencia de género cuando la que golpea o agrede es la mujer. “Se trata de una denominación de carácter político más que jurídico, desde lo jurídico es mejor hablar de violencia hacia la mujer y violencia hacia el hombre. El hombre no sufre violencia de género, es violencia doméstica. La mujer no le pega porque es hombre, le pega porque es violenta. En el caso de las mujeres hay un sometimiento psicológico, económico, sexual, entre otros y sí las golpean por su condición de mujer”.
La sociedad puso en agenda pública la prevención y el tratamiento de las mujeres víctimas de violencia de género, que hoy en día ocupan ciertamente un lugar crítico, pero apenas existen tratamientos e información para atender los casos de hombres maltratados.
Ante cualquier caso de violencia doméstica, el personal policial tiene la obligación en todos los casos de recepcionar la denuncia. Para denunciar, los organismos de denuncia en Madryn son diferentes, si bien todos mantienen un protocolo de seguridad hacia una denuncia por violencia de género, las mujeres pueden recurrir a la Comisaría de la mujer para manifestar cualquier hecho de violencia doméstica, mientras el hombre debe dirigirse a la comisaría de su zona o a la Fiscalía, donde le tomarán la denuncia y explicaran cuáles son los pasos que debe seguir.

Violencia, género y poder

Tradicionalmente el hombre tiene el poder que le otorgan su fortaleza física y su capacidad de obtener recursos económicos, mientras que la mujer posee mayor poder de seducción y el original y valiosísimo poder de engendrar la descendencia. En la actualidad, fortaleza física y -básicamente obtención de recursos económicos- son capacidades que van nivelándose por el desarrollo que alcanzó la mujer.
Para los profesionales en cuestión de violencia de género, las personas son violentas -en algunos casos- porque vienen condicionadas por el desarrollo alcanzado en su constitución genética o porque han padecido violencia. Aun viviendo alguna situación en la que la sociedad las alcanza para ponerles un límite, como la cárcel, penalidades económicas y- en algunos casos- cumplir con trabajos comunitarios, es difícil que abandonen las conductas violentas. En este tiempo que vivimos, el tratamiento psicológico -para algunos- y la inclusión en algunas prácticas religiosas son las herramientas más eficaces para revertir conductas violentas.
Se pueden encontrar variedad de casos entre ese escaso porcentaje de hombres maltratados. Por caso, los más graves suelen ser los hombres adultos mayores agredidos por sus propias hijas. El problema, obviamente, excede a la realidad nacional y se extiende por la región y por otras regiones.
Desde los años 90’, la legislación de Chile sobre violencia intrafamiliar incluye un artículo en la ley 19.325 que caracteriza la violencia doméstica hacia el varón. Un estudio realizado en este país constata una baja cifra de denuncias de varones en comparación con las mujeres, pero destaca como la principal agresión a la violencia psicológica, traducida en descalificaciones, insultos, y en menor medida, en violencia física.
En España, La neuropsicóloga Nuria Mestre Roldán relata en su artículo ¿Realidad silenciosa? el caso de Manuel, un paciente que llevaba casado ocho años y en una discusión con su mujer por el trato que daba a sus padres fue golpeado y lastimado en varias partes del cuerpo mientras se contenía para no devolver agresiones. Luego pudo denunciar.
Víctor Martinez Patón, un abogado que se especializa en maltrato hacia hombres, explica que en ese país, ante las denuncias de mujeres en la comisaría, la detención de los hombres se realiza de manera inmediata aunque no haya pruebas suficientes, muchas veces dando lugar a abusos y datos falsos que perjudican la vida de muchos varones que son inocentes.
Los aportes de la investigadora Lara Stemple, de la Universidad UC Hastings de San Francisco, agregan el maltrato en situaciones de conflictos bélicos, dónde la violencia sexual contra hombres es un problema muy común, especialmente en África Oriental. Las áreas de conflicto, mientras el desconcierto social y la reconfiguración de poderes están en juego, habilitan formas particulares de violencia sexual masculina que tienen que ver con la violación tradicional, la castración y la transmisión del SIDA.

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