Hubo un tiempo en que el crecimiento abrupto de Madryn que pasó de tener 3 mil habitantes a 30 mil en poco menos de veinte años hasta saltar a los más de 100 mil que somos ahora, desespero a los administradores de lo público. Por suerte para los que pudimos vivir aquellos años donde éramos chiquitos y comenzamos a adolecer el crecimiento urbano, había tipos como Victoriano Salazar en la intendencia, Jaime Gruskin pensando en el gobierno y hasta Carlos Sanabra un poco más lejos de los loteos privados y más cerca de lo público. Era un tiempo de más “nyc” que “naf” que no quiere decir nada más que era un tanto más cuidadoso en las formas, la legalidad y el cuidado de los bienes de todos ya que el plan de los nativos de Madryn era permanecer aquí con sus estirpes y por ende cuidar sus honores.

¿Sur o Norte?

En aquellos tiempos donde la ciudad llegó a contar con un modelo de Plan Urbano Integral debatido en audiencias públicas y organizado por expertos que se pagaron con dineros públicos, pero que nunca se implementó por cambio de gobierno, el gran dilema era si la ciudad crecía hacia el sur o hacia el norte. La conveniencia del sur surgió desde muchos aspectos por disponibilidad de tierra urbana y por la alternativa de generar lo que luego sería una vía interbalnearia que uniera la costa este chubutense.

Un camping municipal

Entre las cosas que pasaban, es que había mucho turismo interno y gran parte de los vecinos del valle venía a pasar el fin de semana a Madryn. Claro, no había el despliegue de alquileres temporarios ni departamentos de alto con excepciones al Código de Planeamiento Urbano, y el negocio inmobiliario -en general- todavía era tal, fuera de la mira de los lavadores de dinero a través de onerosas construcciones. Los visitantes de fin de semana entonces se alojaban en casillas rodantes que se estacionaban en predios frente al CENPAT o acampaban en la curva del Indio, o quienes se aquerenciaban por más días en verano optaban por el camping del ACA. La necesidad de desplazar y dotar de comodidades (agua, sanitarios, proveeduría) a ese mini turismo costero era inmediata.

Lo que acordó Victoriano Salazar
Fue así como el 19 de diciembre de 1995 el intendente Victoriano Salazar (PACH) firmó un convenio con el Sindicato de Empleados y Obreros Municipales (SEYOM) que refrendó su secretario general Cándido Sayhueque cediéndole 3 hectáreas de tierra para que armaran un camping de verdad en la zona de Kaiser, ubicada como Fracción “Y” (parte de la Fracción 2b) del mapa de Madryn.
El Convenio quedó registrado por Orden 1705 del 19/12/1995 en Tomo 2, Folio 40 según rubricó la histórica y bien ponderada vecina Silvia De Bunder en su carácter de Directora de Administración del Departamento Ejecutivo Municipal.
En ese Convenio la Municipalidad le cedió al SEYOM “por 5 años con opción a 2 años más” con destino exclusivo para “camping y estacionamiento de casillas rodantes”. Así lo aceptó el SEYOM incluso adoptando la exigencia de “forestarlo”.
Ante esto, el gremio debía presentar en “6 meses planos, mensuras y servicios que prestaría” y empezar la obra que debería “estar concluida en 12 meses” a partir de la firma del convenio.
En el Artículo 5º EL Municipio dejaba bien claro que ante cualquier incumplimiento de lo acordado, el convenio podía quedar sin efecto. Y en el 7º dejaba taxativamente expreso que “no podría transferir el lote ni a título gratuito ni oneroso, caso contrario se anulará la reserva”.

Lo que prorrogó Julio Aristarain

Como pasó el tiempo y el SEYOM poco y nada pudo avanzar con el proyecto, los hábitos comenzaron a modificarse, no había tanto motorhome ni hippies dando vuelta y ya había mas uso de alquileres temporarios y más hotelería, el 2 de marzo de 2001 bajo la gestión del intendente Julio Aristarain (PJ) se prorrogó el acuerdo. Según la Orden 5390, Tomo 3, Folio 2336 la Municipalidad le prorrogó el acuerdo al SEYOM que estaba a cargo de Simón Tranamil como secretario general. Esa prórroga fue refrendada por el Concejo Deliberante por Ordenanza 3877/01 el 8 de marzo de 2001 según Expediente 020/83 Anexo 2 con las firmas de la vicepresidenta del legislativo, por aquel entonces Graciela San Román y de la secretaria legislativa Mabel del Mármol.
Hasta ahí todo bien, pero el SEYOM seguí como consignatario debido a que no contaba aun con personería jurídica.

Se filtra otro acuerdo

Dicen que el entuerto comienza a producirse cuando dos años después, el gremio logra su personería gremial por resolución MTE y SS Nº 40 el 26 de junio de 2003.
Es entonces cuando, Simón Tranamil, Ivana Henrik y Mirta Martínez en sus caracteres de secretario general, tesorera y secretaria adjunta respectivamente, vuelven a firmar un nuevo acuerdo con Aristarain el 10 de julio de 2003. Por este nuevo acuerdo el Municipio le autoriza efectivamente a concretar la escritura traslativa de la propiedad de la tierra, aunque en apariencia y según el texto del convenio, siempre sujeta al uso que se dispuso inicialmente, allá por 1995 de “camping y estacionamiento de casillas”.
Esto lo refrendó el Concejo Deliberante por Ordenanza 4822 del 17 de julio de 2003 con las firmas de la presidenta Graciela del Carro y de la secretaria legislativa, Mabel del Mármol.

Y llegó Eliceche

En el medio pasaron cosas, como que una tropilla de abogados fue actuando por encargo del Municipio cobrando impuestos a históricos habitantes o quedándose con inmuebles estratégicos con deudas, muchos de ellos perdidos entre las repartijas de funcionarios como botines de guerra o pago de supuestos honorarios. Algunos de estos abogados hasta se decía resultaban “palos blancos” de funcionarios que luego se harían de bien ubicadas propiedades, pero sin figurar.
En 2003 comienza una de esas pujas por el poder donde el ex intendente Carlos Eliceche ganaría la intendencia por supuesto con una de sus primeras medidas ejecutivas `apretar´ al gremio y algunos abogados influyentes lo que se podría inferir sin temor a mucho margen de error que lo primero le significó adhesiones y votos, y lo segundo negociaciones sustanciosas.
En 2003 quedó abierto un Expediente 5/2003 donde se revisaba el Expediente 020/83, Anexo 16, Cuerpo 1 y 2 y se iniciaba un sumario administrativo por diferencias en los repartos de honorarios por servicios al Municipio donde figuraba que el doctor Sebastián Menzo habría cobrado $125.280,25, mientras que el Dr. Castro $8.735, Dr. Alberdi 72.950 y la Dra. Claps $34.859.
Además se disponía un sumario administrativo “SEYOM s/ Tierras reservadas p/ camping”
De acuerdo a la Resolución 786/04 firmada por el intendente Eliceche, el secretario de Obras Públicas ingeniero Luis Daniel Román y el secretario de Gobierno, contador Manuel Viñals en ese entonces, se habría intentado interrogar sin éxito al ex intendente Julio César Aristarain, que ya en ese entonces ocupaba una banca como diputado provincial y por ende estaba amparado en sus fueros.
Por lo cual se denunciaba lisa y llanamente que se “había falseado el convenio enviado por la Asesoría Legal a Intendencia y que en foja 27/28 se le daba al SEYOM la facultad de `transferir a terceros el inmueble´”. De acuerdo a esto y por el Artículo 115 de la Ley 1510 de Procedimiento Sumarial en la Administración Pública, se dejaba `acreditado´(sic) que se “ha beneficiado en forma `ilegítima´al doctor Sebastián Menzo, presidente de la Sociedad Altos del Kaisser S.A.” Este Sumario 05/2003 se giró supuestamente al Tribunal de Cuentas de la Provincia de Chubut, según Eliceche.

Puro amague y negociación

De hecho según la doctora Alejandra Tolosa que actuó como apoderada del Municipio para iniciar acciones al respecto de manera paralela para intentar retrotraer el traspaso ilegal, la firma Altos del Kaisser había sido conformada un día antes que se le transfiriera parte de la tierra que había sido destinada al SEYOM, según expuso en entrevista hace un par de días por LU 17.

“El Ganso” lo hizo

Con todo esto, presuntamente todo era una gran cortina de humo, porque afirma la misma abogada y ex apoderada del caso que el Intendente desistió de la demanda como si se tratara de un bien propio. Un hecho que deja abiertas conclusiones y coincidencias como que: Eliceche acordó y tuvo muy buena relación con el gremio durante sus ocho de mandato y casi los cuatro de Sastre, ya que el sindicato se encargó de hacerle la vida bastante imposible al actual Ejecutivo. Dicen que a cambio de la venta de tierras del gremio, muchos integrantes del SEYOM lograron sus propias casas y terrenos en otros lugares y otros beneficios que sus compañeros jamás habrían terminado de comprobar. Además, el doctor Menzo se habría convertido en amigo dilecto de Eliceche y administrador y/o asesor en temas inmobiliarios, además de construir su admirada casa en la costa privilegiada y lejana de Kaisser, con pileta de natación y alambrado hasta el límite mismo de la barda, contra toda recomendación pública. Esta ocupación irregular de guante blanco habría sido el primer bastión del elicechismo de la mano de Mendoz, que ahora amagaría con lotear, en una zona que se convertiría en la futura costa este chubutense con la Interbalnearia y sector destinado a la náutica, a clubes de yachting y barrios vip en un espacio que va desde El Golfito hasta Punta Este.

¿Y el pueblo donde está?

Todo esto se pudo ir dando merced a la conveniencia y suma de voluntades de sectores de poder. Para no herir susceptibilidades siempre de las mismas aves, se podría decir que como el tero, mientras el grito se pone en sectores usurpados también por movimientos inducidos en la periferia oeste, los huevos se están poniendo en realidad en la zona sur. Un tema que entró en agenda de la mano de la política pero debe permanecer de la mano de la verdadera potestad que posee el ciudadano común, ese que paga sus impuestos y confía plenamente en la capacidad y honestidad de sus dirigentes, pero que debe involucrarse mucho más haciendo uso de sus derechos. Porque saben que significa “Kaiser”, significa “emperador” y en Madryn que sepamos, se terminaron los imperios hace rato.