Inspirados por Trevelin, en General Villegas apuestan a la plantación de tulipanes

Un grupo de emprendedores de General Villegas inició una plantación de tulipanes con el objetivo de diversificar la producción local y estimular proyectos vinculados a la floricultura y el turismo rural. Este primer paso busca aprovechar las condiciones agroclimáticas de la región y promover nuevas oportunidades productivas en el partido bonaerense.
La iniciativa nació con una plantación piloto de tulipanes, pensada no solo como una producción decorativa, sino como el inicio de un proyecto con potencial económico, social y turístico.

Trevelin, el modelo

Inspirados en experiencias exitosas como las de Trevelin en Chubut o Huinganco en Neuquén, Romina Dominguez Carvalho y Daniel Colombo buscan replicar el modelo y adaptarlo al perfil productivo de Villegas.
Los primeros bulbos llegaron en el momento justo, aprovechando las temperaturas bajas del invierno que son ideales para que estas flores prosperen.
La intención no es solo comercializar tulipanes como flores de corte, sino también generar un atractivo turístico. Así, se apunta a crear un circuito rural donde el visitante pueda recorrer campos floridos, conocer el proceso de cultivo y comprar directamente de productores locales.
La plantación está pensada como un ensayo, pero detrás hay una visión más grande: diversificar la matriz productiva del distrito, ofrecer una alternativa sustentable y sumar valor al trabajo rural.
Este tipo de emprendimiento tiene además un impacto directo en la comunidad. Es que promueve el empleo local y la capacitación en áreas como floricultura y viverismo.

Del campo a la experiencia

Otro punto destacable de este proyecto es que no se queda en la producción. También apunta a lo experiencial. La idea es que el campo de tulipanes no solo produzca flores, sino también emociones. Que se convierta en un lugar para visitar, fotografiar y disfrutar, como sucede en otras regiones donde el turismo floral ya está consolidado.
Con el impulso de este primer paso, los emprendedores ya piensan en sumar nuevas variedades, desarrollar viveros propios y trabajar en conjunto con instituciones como el INTA o la Universidad Nacional del Noroeste (UNNOBA). El norte siempre es escalar el proyecto de manera sostenible.

ÚLTIMAS NOTICIAS