Un gigante al acecho
Por Karina Cecuk
Según datos recientes, Argentina mejoró su atractivo para inversiones mineras en 2024 respecto del año previo en un 24,2%. En cuanto a exploración minera, Argentina batió récords en el último año.
Ya no cabe duda de que el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI), resulta especialmente beneficioso para la actividad minera. Y sin importar cuánto se esfuercen algunos actores de la política en tomar distancia, el RIGI, no hizo más que profundizar las políticas que han tenido todos los gobiernos en los últimos años respecto de las actividades extractivas.
Después de todo, bajo la promesa de crear empleos y contribuir al desarrollo económico, los gobiernos han generado las condiciones para otorgar beneficios tributarios, cambiarios y aduaneros a grandes empresas de actividades extractivas.
De acuerdo a un pormenorizado informe publicado en 2024 por la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, el régimen de incentivos, que rige para sectores como la minería, «viene a sumarse a una serie de beneficios existentes como los que ofrece la Ley 24.196 de inversiones mineras, sancionada en 1993, el cual se ha traducido en grandes pérdidas para el fisco. Mientras, la creación de empleo y el desarrollo económico no terminan de llegar».
Si bien por estas horas el litio lidera el interés en materia de inversión, siguen vigentes proyectos vinculados a la extracción de oro, plata y cobre.
Con cinco proyectos en marcha –dos en Salta (Sal de Oro y Centenario Ratones), otros dos en Jujuy (Cauchari-Olaroz y Salar Olaroz) y uno en Catamarca (Mina Fénix)–, la capacidad instalada pasó de 37.500 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) en 2022 a 112.500 en 2023 y a 158.000 en 2024, según publica La Nación.
Desde la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) destacan que otros 16 proyectos ya tienen fecha tentativa de puesta en marcha entre 2025 y 2027, sobre un total de 30 registrados.
Sin duda, el RIGI supone un gran atractivo para los grupos inversores, ya que incluye a la minería entre los ocho sectores elegibles y asegura estabilidad jurídica, fiscal y cambiaria por 30 años.
Así las cosas, según los datos revelados por el Grupo de Empresas Exploradoras de la Argentina (GEMERA) en el seminario “Argentina Oro, Plata y Cobre”, organizado en diciembre pasado por Panorama Minero, la inversión extranjera en exploración minera alcanzó los US$493,4 millones en 2024, lo que representa un crecimiento del 15,7% en comparación con el año anterior. Este avance posiciona a Argentina como el sexto destino global para inversiones en minería, superando a países como Perú y Brasil.
En este contexto, que hará Chubut ante la embestida de las empresas mineras. Será posible sostener la posición actual y mantenerse al margen. Existe acaso alguna actividad no extractiva que prometa inversiones similares.
Las preguntas abundan, y las respuestas llegarán con el tiempo, muy probablemente en tono electoral.