Estudian la relación entre la música y los estados emocionales
Un equipo de científicas de CONICET, especializadas en neurociencias, realizó una revisión sistemática de trabajos científicos vinculados a la respuesta emocional ante la percepción musical.
Cada vez que escuchamos aquellas canciones que tanto nos gustan, nos provocan alguna reacción emocional. Es algo que experimentamos, a veces, no tan conscientemente. ¿Pero, se puede saber fehacientemente, midiendo a través de indicadores, qué cambios orgánicos se están produciendo en nuestro cuerpo al escuchar música?
“Diversos estudios muestran que la música puede inducir estados psicofisiológicos asociados a la emoción, lo que se conoce como Inducción Emocional a través de Música (EIM por sus siglas en inglés). El estado emocional resultante implica cambios en el sentimiento subjetivo, la expresión conductual y la activación fisiológica, que pueden medirse a través de indicadores de la actividad del sistema nervioso autónomo: el ritmo cardíaco; la variabilidad del ritmo cardíaco; el ritmo respiratorio; el nivel de conductancia galvánica, que es el grado de conducción eléctrica de la superficie de la piel; y la actividad de los músculos cigomático mayor y corrugador superciliar, implicados en la expresión emocional facial”, afirman en las primeras líneas del nuevo trabajo científico titulado Respuesta emocional ante la percepción musical. Una revisión sistemática, sus autoras la Dra. Nadia Justel, investigadora independiente del CONICET; la Dra. Veronika Diaz Abrahan, investigadora asistente del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH-CONICET); y la becaria doctoral Morena López. Las tres pertenecientes, a su vez, al Laboratorio Interdisciplinario de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Palermo (LINC-UP-CONICET).
¿Qué es una revisión sistemática?
El artículo es una revisión sistemática de la literatura que existe sobre las respuestas emocionales ante la música, y está focalizado específicamente en una actividad musical en particular: la percepción musical. Lo que hicieron las científicas en esta revisión fue analizar aquellos trabajos que brindaban información sobre el efecto de la música en diferentes parámetros emocionales: subjetivos, conductuales y de activación fisiológica.
“Realizar una revisión sistemática nos sirve para adentrarnos en un tema nuevo, para actualizar nuestro conocimiento y a partir de ello empezar a pensar en estudios empíricos propios. Nos permite dar cuenta de los huecos en la literatura, conocer metodologías que podemos replicar, o nos propone una instancia creativa para crear protocolos de investigación”, detalla la Dra. en Neurociencias Diaz Abrahan.
La percepción musical es la más investigada a nivel mundial en el campo de las neurociencias vinculadas a la Inducción Emocional a través de Música. En este tipo de estudios se analizan las características de la música y su efecto a nivel emocional, teniendo en cuenta aspectos subjetivos como por ejemplo: los sentimientos que pueda generar; la expresión conductual observable, como el movimiento o el baile; y la activación fisiológica que puede medirse a través de diferentes indicadores del sistema nervioso como son la frecuencia cardíaca, la conductancia de la piel, la respiración, e indicadores de actividad electromiográfica, que refiere a la activación de los músculos y especialmente, cuando se trabaja con emociones, los músculos faciales, considerados como claros indicadores de actividad emocional.
Música, emociones y reacciones
“El artículo se divide en dos grandes bloques. En el primero se establece cómo cada estilo de música genera un efecto diferencial a nivel subjetivo y fisiológico a partir del análisis de parámetros aislados, o características intrínsecas de la música. Por ejemplo, se identifican timbres estridentes o timbres más cálidos, y sus efectos a nivel subjetivo y fisiológico. También se analizan otros parámetros como ritmos lentos o rápidos, diferentes frecuencias, vibraciones, diferentes densidades polifónicas. Y luego, yendo un poco más allá, la combinación de estos parámetros. Tal es el caso de lo que se conoce como música activante, que combina parámetros de modos mayores, densidades polifónicas altas, ritmos rápidos; o músicas relajantes, que tienen los parámetros opuestos: modos menores, densidades bajas, timbres cálidos, ritmos lentos”, explica la científica.
Así, las científicas concluyen que, a grandes rasgos, los artículos revisados permiten identificar que el tempo, la tensión armónica, la intensidad y la ruptura de expectativa contribuyen en mayor medida a determinar el nivel de activación de la pieza, impactando en la actividad de algunos de los indicadores del sistema nervioso autónomo estudiados. Al mismo tiempo que afirman que otros aspectos temporales, como el ritmo y la métrica, requieren mayor investigación. Por esto, la interacción de tales aspectos da lugar a piezas musicales que pueden ser clasificadas, según su nivel de activación, en activantes y relajantes.
Por otra parte, la interacción de otros parámetros musicales como la variación de alturas, la disonancia, el modo y la complejidad armónica se encuentran más implicados en la determinación de la valencia, influyendo en la actividad de los músculos (EMG). En este sentido, las piezas felices o positivas con tempo rápido, melodías descendentes, articulación rítmica staccato, modos mayores y consonancias, a nivel psicofisiológico, son acompañadas por mayores reportes de placer, felicidad, disfrute, y por mayor actividad del músculo cigomático mayor (zEMG), que se origina de la cara lateral del hueso cigomático y se extiende diagonalmente hasta el ángulo de la boca; y menor actividad del corrugador superciliar (cEMG), ubicado en el extremo medial de las cejas. Por otra parte, las piezas tristes o negativas se caracterizan por tener ritmos vagos, amplitud melódica, tempo lento, complejidad armónica y disonancias, lo que hace que provoquen mayores sensaciones de displacer y tristeza, acompañados de mayor actividad cEMG
La importancia del contexto de escucha
“El segundo gran bloque de esta revisión está orientado hacia aquellos otros factores que también influyen en las respuestas emocionales de las personas, es decir, que excede lo estrictamente musical: aspectos culturales, sociales y otros, que tienen que ver con la personalidad, el gusto por la música, la familiaridad, en el contexto en el que cada quien vive”, aclara Diaz Abrahan.
Por ejemplo, como se destaca en el artículo, la escucha junto a alguien con quien se tenga un vínculo cercano y con quien se comparta el gusto musical propiciaría el involucramiento emocional en una experiencia compartida, favoreciendo la atención y sensibilidad al estímulo. Por lo cual, sería esperable que estímulos y/o circunstancias con mayor significancia personal favorezcan la disponibilidad de las personas a dejarse interpelar por la música, dando lugar a reacciones emocionales más intensas y de mayor magnitud. Sin embargo, este es un tema poco explorado, por lo que los estudios que actualmente se están realizando en el marco del Acta Acuerdo entre el Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas “Dra. María Florencia del Castillo Bernal” (IPCSH-CONICET) y el Laboratorio Interdisciplinario de Neurociencia Cognitiva, del Centro de Investigación en Neurociencias y Neuropsicología (LINC-Universidad de Palermo-CONICET), desde una perspectiva interdisciplinar, pretenden contribuir en ese sentido.
Finalmente, se destaca en el trabajo de las científicas, las implicancias que este tipo de trabajos de revisión sistemática de bibliografía tienen, tanto para el campo de la clínica, pensando específicamente en musicoterapia, como también para el diseño de experiencias en contextos educativos. “En particular, este artículo significó un puntapié para propiciar la concreción de estudios locales y regionales en relación a la respuesta subjetiva y fisiológica ante la escucha musical, dado que en Argentina no hay antecedentes sobre la temática, y la mayor parte de los antecedentes analizados son de grupos de investigación extranjeros”, comenta la investigadora del IPCSH.
Una experiencia en la escuela
Como actividad exploratoria para diseñar estudios científicos, se llevó a cabo una actividad educativa en la Jornada de Ciencia y Tecnología de la escuela 785 de la Ciudad de Puerto Madryn: el taller “Sintonizá tus emociones. Música, neurociencia y tecnología” coordinado por la Dra. Veronik Diaz Abrahan junto al Lic. en Comunicación Social, Diego Núñez de la Rosa, del cual participaron estudiantes y docentes de la institución.
Allí, a partir de escuchar diferentes piezas musicales, seleccionadas por las investigadoras y por el mismo grupo de participantes, se indagó sobre los diferentes factores que intervienen en las emociones que se generan a través de la música.
Estudiar la relación entre la música y las emociones requiere un enfoque interdisciplinar que permita contemplar aspectos físicos, biológicos, corporales, psicológicos, sociales y culturales. La integración de la investigación científica con la práctica educativa no solo enriquece la comprensión de la influencia de la música en las emociones, sino que también fomenta la creación de nuevos paradigmas de estudio en el contexto local.
Esta colaboración entre ciencia y educación abre un camino prometedor para futuros estudios en Argentina, facilitando un diálogo continuo entre los investigadores y la comunidad escolar. La iniciativa demuestra el potencial de la ciencia aplicada en el aula para explorar y expandir nuestro conocimiento sobre el impacto de la música, abriendo así nuevas oportunidades para la investigación interdisciplinaria en la región.
*Referencia bibliográfica: Morena López, Nadia Justel, Verónika Díaz Abrahan (2024). Respuesta emocional a la percepción musical. Una revisión sistemática. Actualidades en Psicología, 38 (136), enero-junio, 2024, 88-107 https://doi.org/10.15517/ap.v38i136.57422
Fuente: CONICET