
Comienza la producción en el primer pozo offshore de la plataforma Fénix

Cómo se llega hasta la plataforma offshore
Para llegar a la plataforma offshore se viaja en un helicóptero durante casi media hora, dependiento si el viento sopla a favor o encontra. La aeronave viaja a una velocidad de entre 250 y 300 kilómetros por ahora, a 1.000 pies de altura, unos 300 metros sobre el nivel del mar. Como en todas las operaciones de este estilo, la seguridad es lo primero.
Por eso, todos los visitantes utilizaron trajes de supreviviencia heméticos que impiden el contacto el agua, chalecos salvavidas para flotación y equipo de oxígeno. Antes de partir y al llegar a la plataforma, los responsables de la seguridad brindaron precisas instrucciones para evitar incidentes y se mostraron videos de inducción.
Una vez aterrizados en el helipuerto del rig, líderes perforistas y tres «plataformistas» de TotalEnergies acompañaron a los periodistas a lo largo de toda la visita. En la plataforma trabajan ingenieros, geólogos, constructores, técnicos mecánicos, electromecánicos, informáticos, expertos en seguridad e higiene, empleados de mantenimiento, cocineros y hasta una traductora. Cuando es necesario, hasta se contratan buzos profesionales para realizar conexiones de cañerías subacuáticas. Todos ellos son de múltiples nacionalidades: argentinos, estadounideses, frances, brasileros, canadienses y hasta rumanos.
La delegación que viajó junto a Energy Report a Tierra del Fuego estuvo integrada por Joaquín Lo Cane, Director Técnico de Operaciones de Total Austral; Philippe Jeannet, Gerente de Perforación y Pozos de Total Austral; Marcelo Reinó, Gerente de Distrito Tierra del Fuego, Total Austral, y la geóloga Claudia Borbolla, Gerente de Asuntos Públicos de Total Austral y experta en temas de sustentabilidad. Sin embargo, durante la visita se dialogó con al menos una veintena de personas con distintos roles y responsabilidades.
Más gas natural para la transición energética: inversión de u$s700 millones
Los directivos de TotalEnergies, que en Argentina se presenta con la firma Total Austral, comentaron a este medio durante la visita a la plataforma que con el Proyecto Fénix se busca seguir satisfaciendo las necesidades de energía del país, con la mirada puesta en la utilización del gas natural como el combustible de la transición energética. De hecho, Fénix es uno de los proyectos con menor huella de carbono por m3 de gas, estimado en menos de 10 kilogramos de CO2 equivalente por barril de petróleo.
Actualmente, esta iniciativa offshore es la principal inversión energética privada del país. La construcción y puesta en funcionamiento requirió una inversión total de u$s700 millones por parte de los tres socios. TotalEnergies y Wintershall tienen 37,5% de participación cada una en la concesión CMA-1, mientras que PAE posee el 25% restante.
Fuentes de la compañía detallaron que del monto total invertido, unos u$s200 millones se destinaron a la plataforma (u$s96 millones para construirla en el astillero Rosetti Marino, en el puerto italiano de Rávena y u$s104 millones para ubicarla), otros u$s220 millones costó la fabricación e instalación de caños y tuberías y u$s240 millones más en la perforacion, cargo del rig bautizado Noble Regina Allena, propiedad de la compañía estadounidense-holandesa Noble Corp.
Si bien el proyecto se comenzó a gestar en 2017, no fue hasta 2022 cuando se avanzó fuertemente, superando todas las etapas de evaluación ambiental y de consulta pública. En ese largo camino, representantes de la empresa francesa admitieron serias dificultades por las regulaciones económicas en el país, en particular por el cepo el dólar y los permisos para importar equipos y bienes indispensables.
Aunque el proyecto no se demoró por las restricciones todavía vigentes, la disponiblidad cuotificada de dólares para importaciones y la sanción del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) aportaron alivio financiero. Una de las medidas más celebradas en la plataforma es la posibilidad de girar ganancias a casas matrices. La operadora estima que esta megainversión se recupera dentro de los próximos tres o cuatro años.
Así se instaló en la Cuenca Austral del Mar Argentino la plataforma offshore Fénix
Dada la magnitud de la operación, la logística para la movilización de la plataforma de 4.800 toneladas fue concretada en dos instancias: instalación del jacket en primer lugar, y del topside (parte superior de la plataforma) en segundo lugar, cuyo traslado se realizó en el buque CY HTV Interocean II.
Las cubiertas del deck de la plataforma Fénix suman una superficie total de 2.500 metros cuadrados e incluyen cinco niveles: el helipuerto, la cubierta superior, la cubierta principal (donde están ubicadas las cabezas de pozos y la sala de instrumentos), y la cubierta inferior o de acceso. El diseño de la plataforma permite operarla desde tierra, sin necesidad de tripulación permanente. O sea que una vez finalizados los trabajos, las 140 personas volverán a sus casas. En caso de mantenimiento, un equipo de expertos volará directamente.
Cómo es la perforación de pozos offshore
El jackup rig –nombre técnico que recibe la plataforma de perforación Noble Regina Allen– llegó al país luego de un traslado transoceánico de más de 14.000 km desde el Mar del Norte en solo 35 días, a bordo de un buque de carga pesada.
«El equipo elegido para la perforación es líder en la industria y está especialmente preparado para operar en condiciones climáticas complejas», subrayaron desde TotalEnergies. Ese equipo posee una amplia cubierta de 8.570 m2, una capacidad de carga de 3.500 toneladas y una profundidad de perforación de 35.000 pies, más de 10.600 metros.
Luego se avanzó con el tendido del ducto submarino, que conecta la nueva plataforma a Vega Pléyade. Esta cañería fue tendida con el barco Castorone, un artefacto naval de 323 metros de eslora considerado entre los más grandes del mundo y especialmente preparado para este tipo de maniobras.
Expertos en perforación comentaron detalles de la actividad en curso. En total se realizarán cuatro pozos: tres para producción de gas y un cuarto para maniobras alternativas, en caso de necesidad. Los tres pozos perforados navegan el reservorio de gas (considerada una «joya» de la Cuenca Austral) de manera horizontal, alcanzando casi 2.500 metros de profundidad final. Si se lo mide en línea vertical, se ralizó una perforación de casi 1.100 metros. Los equipos y las cabezas de pozos son monstruosas.
Todas las actividades offshore del proyecto se desarrollan en simultáneo con las operaciones de producción -ya en curso- que Total Austral lleva adelante hace décadas en la Cuenca Marina Austral. La primera actividad costa afuera de la empresa en Tierra del Fuego fue en 1978. Cinco años después y tras perforar 45 pozos, se obtuvieron los primeros reservorios. Recién en 1989 se puso en producción el primero: Hidra, que hoy está en franco declino.
A Hidra le siguieron Kaus, Argo, Carina, Aries y Vega Pléyade. Todos esos yacimientos fueron identificados con nombres de estellas y constelaciones. Hoy llevan perforados más de 120 pozos, entre exploratorios, de complementariedad y para la producción.
Actualmente TotalEnergies produce entre las cuencas Neuquina y Austral un 25% de la producción total de gas de Argentina. De la cuenca del Fin de Mundo provienen unos 17 millones millones de metros cúbicos diarios, un 13%. Con Fénix, la compañía multienergética francesa pasará a operar el 33% de todo el gas que se consume en el país.
Fuente: Energy Report.