Europa busca frenar el avance de los autos eléctricos chinos y sube aranceles para proteger a sus fabricantes
Los autos eléctricos chinos están en la mira de la Unión Europea, que este jueves anunció la adopción provisoria de aranceles adicionales de hasta 38% para frenar su expansión y proteger a los fabricantes europeos.
El gobierno chino afirma que entre 2014 y fines de 2022 gastó más de 200.000 millones de yuanes (27.500 millones de dólares) en subvenciones y deducciones fiscales vinculadas a la compra de un vehículo eléctrico.
Esto significó un impulso para los fabricantes chinos, sobre todo frente a sus rivales estadounidenses, que reciben menos subvenciones.
También sacaron provecho del aumento de la demanda interna: el 69% de los vehículos eléctricos entregados en todo el mundo en diciembre se vendieron en China, según la empresa de investigación Rystad Energy.También se dispararon las exportaciones. Según el centro de reflexión estadounidense The Atlantic Council, las ventas mundiales de vehículos eléctricos chinos aumentaron un 70% en 2023.
Y casi el 40% de estas exportaciones se destinaron a la Unión Europea, que se ha convertido en el mayor comprador de vehículos chinos.
La empresa líder del sector en China es BYD. En 2023 se anotó beneficios récords y anunció su intención de figurar entre los cinco principales grupos automovilísticos en Europa.
Según los medios estatales, los otros fabricantes chinos que más vehículos eléctricos exportan a Europa son SAIC, MG Motor y Polestar.
Los vehículos eléctricos procedentes de fábricas chinas representaron casi el 22% del mercado europeo el año pasado, frente al 3% tres años antes, según la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA).
La UE denuncia una «política injusta de subvenciones» que considera «una amenaza» para los fabricantes europeos.
Tras casi nueve meses de investigación, la UE impondrá aranceles de 17,4% a BYD, y de 19,9% para Geely, así como derechos aduaneros de 37,6% para SAIC.
Otros fabricantes que cooperaron en la investigación quedan sujetos a aranceles medios de 20,8%, al tiempo que para las empresas que no cooperaron asciende a 37,6%.
La UE tiene cuatro meses para adoptar esta medida de forma definitiva, lo que deja una ventana abierta a negociaciones con Pekín.
China anunció a mediados de junio que se «reservaba el derecho» de presentar una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), prometiendo «tomar todas las medidas necesarias para defender los derechos e intereses de las empresas chinas».
Sin embargo, no reveló ninguna contramedida inmediata.
En enero, Pekín anunció una investigación sobre todas las bebidas espirituosas importadas de la Unión Europea.
El vino, los productos lácteos, la carne de cerdo y los vehículos con grandes motores también están en la mira de Pekín, según la prensa estatal china.
Los chinos «tomarán represalias, eso es seguro», aseguró a AFP Tu Le, de la consultora especializada Sino Auto Insights, citando como posibles objetivos «los productos de lujo y los vinos franceses e italianos».
Según una estimación del instituto alemán Kiel, estos aranceles adicionales podrían hacer caer en un 42% las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China.
Habrá una «caída a corto plazo», coincidió Gregor Sebastian, analista de Rhodium.
«Será un reto», para los fabricantes chinos, añadió el especialista, apuntando que en 2023-2024 el 40% de las exportaciones de vehículos eléctricos chinos se destinaron a la UE.