Obispos llaman a tomar el ejemplo de Mama Antula para «cerrar las heridas» en el país
A pocos días de la ceremonia de canonización de Mama Antula como la primera santa argentina, obispos nacionales que participarán el domingo de la celebración resaltaron la importancia de «las enseñanzas» de María Antonia de San José Paz y Figueroa para la actualidad y convocaron a tomarla de ejemplo para «cerrar las heridas» en el país.
«Para los argentinos es un hecho importantísimo tener nuestra primera santa, y nos sentimos muy felices, alegres y desafiados», planteó en diálogo con Télam en el Vaticano el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, al dar su impresión sobre la beata que se convertirá en santa el domingo en una ceremonia presidida por el papa Francisco a las 9.30 horas locales (5.30 de Argentina) a la que asistirá el presidente Javier Milei.
«Estamos llamados a vivir en este 2024 las notas de la santidad de Mama Antula. No queremos quedarnos solo en la memoria sino desafiarnos a poder vivir en el mundo de hoy y en la Argentina de hoy lo que Mama Antula, que era una mujer laica y no una religiosa, nos legó», agregó luego García Cuerva.
«Los argentinos estamos atravesando una situación de crisis desde hace mucho tiempo y hoy se pueden sintetizar en más de un 40% de pobreza y más de un 10% de indigencia. Para nosotros no son solo números sino rostros concretos de hermanos que sufren y para esta realidad Mama Antula tiene un mensaje para el hoy», enfatizó García Cuerva.
En particular, el arzobispo porteño recordó que «ella hizo los ejercicios espirituales que duraban 10 días, en los que participaban cientos de personas. Hay registros de que participaba la familia del Virrey, miembros de las familias de la aristocracia porteña y también las más sencillas, los esclavos, todos juntos en esos diez días podían convivir y tener una hermosa experiencia de Dios».
«Hoy tendríamos que aprender de aquella santa que tanto insistió con esa experiencia de fraternidad porque en Argentina no podemos sentarnos a una misma mesa con los que son distintos ni diez minutos, y me parece que estamos llamados a ver si en algún momento podemos ir saldando esas grietas, que yo prefiero llamar heridas, porque duelen en las entrañas de nuestro pueblo», remarcó García Cuerva.
Nacida en 1730 en Santiago del Estero, y fundadora en Buenos Aires de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, «Mama Antula» falleció el 7 de marzo de 1799, y sus restos descansan en la actualidad en la iglesia de Nuestra Señora de la Piedad porteña.
El obispo de Santiago del Estero, Vicente Bokalic Iglic, también se refirió a las enseñanzas de Mama Antula y pidió sostenerlas «para este tiempo, ya que fue una mujer fuerte, valiente que atravesó profundas crisis en su vida personal y en su inserción en la Iglesia».
«Fue una mujer que de un aspecto muy negativo se puso de pie, esto es algo que nos puede ayudar en estos tiempos tan difíciles de nuestra patria», consideró Bokalic Iglic en diálogo con Télam.
«No podemos replegarnos y aislarnos, necesitamos el encuentro y las crisis son a veces una oportunidad para salir adelante», propuso.
Por su parte, el obispo auxiliar de La Plata, Alberto Bochatey, agradeció «este regalo al papa Francisco en una iglesia sinodal en un contexto eclesial maravilloso para subrayar la vida de esta mujer que ha peregrinado por toda la Argentina de ese tiempo con el evangelio».
«Antes de que Argentina existiera como país Mama Antula ya daba pasos para evangelizar, y ese ejemplo sirve hoy», planteó el también secretario de la Conferencia Episcopal Argentina.
La postuladora de la causa de canonización, Silvia Correale, aseveró, en tanto, que Mama Antula «es un modelo de vida muy importante y por todo lo que ha hecho no solo en el ámbito eclesial sino por la historia del nacimiento de la Patria».
«La consideramos la madre de la Patria y en este momento es muy importante esta canonización», planteó.
Mama Antula se convertirá en santa este domingo luego de que en octubre pasado el papa Francisco aprobara un milagro atribuido a su «intercesión» en la sanación de Claudio Perusini, quien se recuperó de un «ictus isquémico con infarto hemorrágico en varias zonas, coma profundo, sepsis, shock séptico resistente, con fallo multiorgánico» gracias a la intercesión de la laica consagrada.
La recuperación de Perusini, que había sido alumno de Jorge Bergoglio, no tuvo explicación médica, según la junta de profesionales del Vaticano, por lo que se reconoció el milagro de Mama Antula que permitirá elevar ahora a los altares a la beata.
Mama Antula ya había sido declarada beata en 2016, con una ceremonia en Santiago del Estero, luego de que se aprobara un milagro en la curación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador, la hermana Rosa Vanina, quien habría recuperado la salud en 1904 por intercesión de la fundadora y madre espiritual de esta congregación.
La documentación se recogió en 1905: se trató de una colecistitis aguda, con todos los síntomas del shock séptico, que en aquella época, sin antibióticos, era mortal.