REINO UNIDO

Sunak asumió como primer ministro británico

Rishi Sunak se convirtió formalmente este martes en el nuevo primer ministro del Reino Unido después de reunirse con el rey Carlos III en el Palacio de Buckingham y en su primer discurso a la nación prometió corregir los errores de su antecesora, Liz Truss, quien tuvo un efímero paso por el Gobierno y cuyo mandato se detonó en medio de una crisis con los mercados financieros.

El multimillonario exbanquero de 42 años, nieto de inmigrantes indios, que llegó al poder después de una rápida contienda por el liderazgo conservador, asumió el cargo en medio de una crisis económica y social provocada por un desastroso plan económico presentado por Truss en un contexto internacional difícil debido a la inflación y la crisis energética originada por la guerra en Ucrania.

«Se cometieron algunos errores. No nacidos de la mala voluntad o malas intenciones, sino todo lo contrario. Pero errores al fin y al cabo”, reconoció en su primer discurso pronunciado frente a la puerta del número 10 de Downing Street.

Sunak habló luego que el monarca británico le pidiera formar un Gobierno y después de que Truss pronunciara su discurso final como primera ministra, afirmando que su Gobierno había obtenido «logros significativos».

El nuevo premier ganó el lunes el concurso de liderazgo del Partido Conservador sin una votación entre los integrantes de la agrupación después de que los rivales Penny Mordaunt y su exjefe Boris Johnson se retiraran.

“Fui elegido como líder de mi partido y primer ministro en parte para solucionar los problemas, y ese trabajo comienza de inmediato”, afirmó Sunak, el tercer jefe político del Reino Unido en siete semanas.

También advirtió que el país enfrenta un «profundo desafío económico».

“En este momento nuestro país enfrenta una profunda crisis económica. Las secuelas del coronavirus aún persisten», advirtió.

Agregó que su Gobierno tendrá «integridad, profesionalismo y responsabilidad en todos los niveles», ya que se comprometió a ganarse la confianza del público británico.

Dijo además que «no está intimidado» por la tarea que tiene por delante, ya que está «listo para guiar al país hacia el futuro».

El nuevo primer ministro, quien ocupó el cargo de jefe del Tesoro británico durante el Gobierno de Johnson, se centrará ahora en reunir un equipo que intentará devolver cierta estabilidad tanto a los conservadores como al país.

El actual ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, seguirá en el cargo, en el que fue designado hace 11 días en reemplazo de Kwasi Kwarteng, despedido tras las turbulencias en los mercados, el desplome de la libra y el encarecimiento de las deudas hipotecarias de los británicos que causó su plan económico de reducción de impuestos con deuda no financiada.

Hunt debió no sólo dar marcha atrás con el plan de Truss, sino que tuvo que anunciar nuevas medidas y subir más impuestos con el objetivo de equilibrar el déficit, por lo que es poco probable que cambie de rumbo.

Además, el ministro de Defensa, Ben Wallace; y el titular de Exteriores, James Cleverly, permanecerán en sus puestos en el Gabinete de nuevo primer ministro, comunicó la oficina del jefe de Gobierno.

Y la ultraconservadora Suella Braverman, con posiciones muy duras sobre la inmigración, volvió al ministerio del Interior, del que había dimitido menos de una semana antes.

La salida de Braverman, la segunda del Gabinete de Truss en sus 45 días de Gobierno, fue uno de los detonantes de la dimisión de la política conservadora.

En el plano internacional, Sunak prometió seguir apoyando a Ucrania contra la invasión rusa, una «guerra terrible que debe llevarse a cabo con éxito hasta su conclusión». Londres se comprometió a ayudar a Kiev con 2.300 millones de libras (2.600 millones de dólares), más que cualquier otro país salvo Estados Unidos.

Sunak descartó además el llamado a elecciones generales anticipadas, a pesar de la presión de los partidos opositores, el laborista, el Partido Nacional Escocés, los Demócratas Liberales y el Partido Verde.

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