"A FIN DE AÑO VOLVEREMOS A TENER EL MISMO PROBLEMA", ADVIRTIÓ

Para el economista Michi, el «dólar soja» será una solución momentánea para el ingreso de divisas

El economista y especialista en Finanzas, Federico Michi, analizó el impacto del «dólar soja» en la economía argentina, como así también trazó una radiografía de la situación actual que atraviesa el país, en el marco de las últimas medidas implementadas por el Gobierno Nacional. En diálogo con AzM Radio, explicó que «en primer lugar, el ‘dólar soja’ busca estimular una parte de la ecuación macroeconómica fundamental, que es la Balanza Comercial, dentro de la cual están las importaciones y las exportaciones» y detalló que «cuando se genera un dólar desdoblado para un solo sector o para una parte del sector exportador de dicha ecuación, se estimula solamente a dicho segmento que es el que más exporta para que liquide soja y la transforme en dólares, aunque el productor del campo va a terminar recibiendo pesos».
«Mientras tanto», continuó, «el dólar importación sigue en $140 (cambio oficial); a grandes rasgos, podemos decir que el Banco Central está pagando $200 por cada dólar que se exporta ya que lo compra, o sea tiene que emitir esos pesos y dárselos al productor para quedarse con esos dólares en las reservas; por ende, el Central paga $200 por cada dólar pero lo tiene que vender al importador a $140, con lo cual está subsidiando la importación».

Estímulo y «dólar barato»

«Como subsidiar ya no se puede, se prohíbe ingresar mercadería, teniendo en cuenta que el importador, cuando ve un dólar tan barato, hasta el mismo Gobierno se da cuenta de que está subsidiado, por eso está estimulando y ofreciendo $200 al ‘dólar soja’, ya que se sobreentiende que el otro dólar no está estimulando y que no es el dólar de equilibrio. Consecuentemente, estamos financiando y subsidiando importaciones. Primeramente, eso hace un ruido tremendo, teniendo en cuenta que se trata de un Gobierno que dice defender los intereses nacionales, por otro lado está subsidiando la importación. Y, como se dan cuenta de esto, directamente prohíben la importación y eso es lo que estamos viendo en un montón de lugares», apuntó el Magíster en Finanzas, graduado en la Universidad Torcuato Di Tella.

Impacto en la provincia

Asimismo, Michi hizo hincapié en que «hay un montón de productos asociados al valor de la soja: está bien que entre el 5 y el 30 de septiembre hay un período de ‘ventana’, que es donde sucederá la liquidación, pero ello generará una suba en el precio de los huevos, de la carne en general, tal vez de la leche, porque los feed lots se alimentan con productos derivados de la soja y commodities en general, por lo cual aquí en la zona lo sufriremos mucho más», sumando a ello que «el huevo subirá porque las gallinas ponedoras en su alimento tiene compuestos de soja; entonces, se retroalimentará el proceso inflacionario».

«Tendremos el mismo problema a fin de año»

En el mismo sentido, advirtió: «Para quienes entienden de contabilidad, podemos decir que se cambia un activo por ‘caja’, pero el activo sigue igual. Es decir que no estamos modificando la producción de Argentina, lo que hicimos fue tener granos acumulados por un determinado valor que cuando se quiere se venden, pero se cambian por plata. Y el productor agropecuario va a vender lo suficiente y lo que necesite para mantener operativo el campo, o sea pagar alquiler, los sueldos y cuestiones operativas. Sobre esto último, pensemos a modo de ejemplo en si uno vendería su auto para quedarse con los pesos, y la respuesta es ‘no’, ya que si lo hiciera sería para poder comprar dólares o adquirir otro auto, algo que dé alguna opción de mantener el poder adquisitivo en el contexto en el que estamos. Entonces, si se complica la compra de vehículos, cubiertas, etcétera porque está limitada la importación, y tampoco se puede comprar dólares, me pregunto qué opción está quedando. Y la respuesta es que uno prefiere quedarse con el grano, que es como tener dólares. Por eso pienso que la liquidación va a ser de corto plazo, sobre todo para esta negociación que tiene (Sergio) Massa con el FMI en este momento. Pero tenemos que saber que de acá a fin de año, el problema se va a reactivar».

La casa de los tres chanchitos

En cuanto a la situación económica general del país, Michi citó un ejemplo literario: «Argentina construyó la ‘casa de los tres chanchitos’. Recordemos que, en el cuento que todos conocemos, ellos van perfeccionando su construcción porque el lobo sopla y las casas se caen. El país no se esmeró, independientemente de cualquier corriente ideológica y del gobierno, en construir fuentes sólidas que le permitan afrontar las tormentas; estas vienen, los vientos soplan y ese es el clima, una variable exógena que no controlamos. El tema es estar preparado para cuando vengan esas variables. De hecho, Argentina hoy podría estar ‘nadando’ en dinero si hubiéramos hecho las cosas un poco mejor y tuviéramos un gasoducto con el cual abastecer al mercado interno, pero también pudiendo exportar. Eso es lo que le pasó a Brasil: se le llenaron las arcas de dólares y terminó apreciándose el real brasilero. Si vamos a Argentina, estamos en una completa desorientación que tiene, en principio, una causa política; pero si barremos un poco más y sacamos el polvo nos encontramos con que hay un problema de educación».

El tejido social, permeable

En relación a esto último, el economista planteó que «el país no comprende un montón de cuestiones que tienen que ver con que, por ejemplo, por lo menos un 40% de la población hoy es pobre, más del 50% de los adolescentes y menores también lo son y eso está hablando del futuro que viene; por lo menos en Chubut que es la provincia que recorro y mucho, hay deserción en las aulas por cuestiones de autoestima, económicas y de salud; todo eso empieza a entrelazar la fragilidad del tejido social en materia educativa, de salud y economía y todo ello se empieza a mezclar con la ‘macro'», añadiendo que «estamos hablando de lo que vamos a ver en unos 15 años; si hace 5 no tenemos regularidad en las clases en una provincia como Chubut, será muy complicado pensar que tendremos una puja económica a partir de desarrollo tecnológico, de profesionales que asistan a las empresas del sector privado o público, y eso el día de mañana va a generar una nueva fragilidad económica, más allá del proceso inflacionario que vivimos».

En cuanto a la inflación, «vamos camino a una cifra que este año podría superar el 110%», concluyó Michi.

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