LOS DELFINES FORMAN REDES DE ALIANZAS COMO LOS HUMANOS

Animalito e’ dios

Los delfines son capaces de resolver problemas complejos, modificar el entorno en su beneficio, planificar estrategias colectivas de caza, transmitir conocimientos y habilidades a sus congéneres, reconocerse a sí mismos en un espejo, y los científicos creen que utilizan un complejo sistema de comunicación, que hasta ahora no ha podido ser interpretado. Son animales extraordinarios, probablemente los más inteligentes del planeta tras los humanos. Ahora, un equipo internacional de investigadores ha demostrado que forman extensas redes de alianzas multinivel, las más grandes conocidas al margen de las humanas. Estas relaciones cooperativas ayudan a acceder a recursos en disputa.
Los machos de delfín mular (Tursiops truncatus) forman parejas y tríos para buscar cooperativamente consorcios con hembras individuales, a las que mantienen estrechamente vigiladas. Algunas de esas parejas o tríos de machos constituyen relaciones de notable estabilidad que pueden durar décadas. Los científicos las denominan alianzas de primer orden.
Las parejas y tríos de machos se integran a su vez en grupos más nutridos, de entre 4 y 14 individuos no emparentados, las alianzas de segundo orden. Estos equipos, que también pueden mantenerse unidos durante lustros, compiten con otras alianzas por el acceso a las hembras: se reúnen para ‘robar’ las ajenas y defender las propias.
Pero existen colectivos aún mayores, las alianzas de tercer grado, que suelen forjarse cuando estallan conflictos entre alianzas de segundo grado. Están formadas por decenas y hasta centenares de delfines, integrantes de alianzas de segundo orden que cooperan entre sí.
Un equipo dirigido por investigadores de la Universidad de Bristol integrado también por expertos de las de Zúrich y Massachusetts, analizó la estructura de alianzas entre 121 delfines mulares machos adultos del Indo-Pacífico en Shark Bay en Australia Occidental. Sus hallazgos se han publicado en ‘The Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS).

Relaciones estratégicas

«La cooperación entre aliados está muy extendida en las sociedades humanas y es uno de los sellos distintivos de nuestro éxito como especie. Nuestra capacidad para construir relaciones estratégicas y cooperativas en múltiples niveles sociales, como alianzas comerciales o militares, tanto a nivel nacional como internacional, alguna vez se pensó que era exclusivo de nuestra especie», detalla la coautora principal del estudio, Stephanie King.
«No solo hemos demostrado que los delfines mulares machos forman la red de alianzas multinivel más grande conocida fuera de los humanos, sino que las relaciones cooperativas entre grupos, en lugar de simplemente el tamaño de la alianza, permiten a los machos pasar más tiempo con las hembras, lo que aumenta su éxito reproductivo», añade la profesora asociada de la Facultad de Ciencias Biológicas de Bristol
«Demostramos que la duración durante la cual estos equipos de delfines machos se juntan con hembras depende de estar bien conectado con aliados de tercer orden, es decir, los lazos sociales entre alianzas conducen a beneficios a largo plazo para estos machos», indica Simon Allen, profesor titular de la Facultad de Ciencias Biológicas de Bristol, que contribuyó al estudio.
Hasta hace bien poco se pensaba que la cooperación intergrupal era única en humanos y dependía de otras dos características que nos distinguen de nuestro ancestro común con los chimpancés, la evolución de los lazos de pareja y el cuidado de los parientes por parte de los machos. No es así.
«Nuestros resultados muestran que las alianzas intergrupales pueden surgir sin estas características, a partir de un sistema social y de apareamiento más parecido al de los chimpancés», señala Richard Connor, profesor emérito de la Universidad de Massachusetts y ahora afiliado a la Universidad Internacional de Florida, quien codirigió el estudio junto a King.

Vínculos sociales

La publicación de la importancia del tercer nivel o alianzas intergrupales en delfines en 2022 tiene un significado especial para el equipo investigador, que celebra el 40º aniversario del inicio de la investigación de delfines de Shark Bay, y el 30º aniversario de la publicación en 1992 de su descubrimiento de dos niveles de formación de alianzas masculinas.
«Es raro que un departamento de antropología lleve a cabo una investigación que no sea con primates, pero nuestro estudio muestra que se pueden obtener conocimientos importantes sobre la evolución de las características que antes se pensaba que eran exclusivamente humanas al examinar otros taxones altamente sociales y de cerebro grande», apunta Michael Krützen, autor del estudio y director del Instituto de Antropología de la Universidad de Zúrich.
«Nuestro trabajo destaca que las sociedades de delfines, así como las de primates no humanos, son sistemas modelo valiosos para comprender la evolución social y cognitiva humana», resalta King.
El estudio realizado en 1992 ya mostraba que los delfines mulares cooperan en parejas y tríos, y se integran en alianzas mayores. Y que son los fortísimos vínculos sociales y emocionales los que cohesionan las comunidades de delfines, que conforman complejas redes sociales, muy amplias y abiertas.
Los científicos no dejan de sorprenderse con la inteligencia de los delfines, capaces de planificar estrategias de alimentación específicas de cada uno de los entornos que habitan. Los delfines oscuros de la Patagonia, por ejemplo, acorralan bancos de anchoas para que formen esferas, que luego engullen por turnos.
Más: en la bahía de Florida los delfines mulares han ideado una forma única de capturar mújoles: rodearlos levantando cortinas de lodo del fondo marino. Cuando los peces saltan por encima de los anillos de barro para escapar, van a parar a la boca de los delfines.

Talento extraordinario para resolver problemas

En proporción a sus dimensiones corporales, el delfín tiene uno de los cerebros más voluminosos del reino animal, por delante incluso del chimpancé. Quizá por ello tienen un talento extraordinario para resolver problemas complejos.
En los cayos de Florida, los expertos comprobaron cómo dos delfines mulares se percataron en solo unos segundos de que el único modo de quitar la tapa a un tubo de PVC lleno de pescado era cooperar. Así lo hicieron: la abrieron entre los dos.
Algunos científicos creen que cada delfín ‘inventa’ para sí un nombre exclusivo, un silbido distintivo, cuando aún es una cría, y lo utiliza de por vida. Son ‘firmas acústicas’ con las que los delfines, animales extraordinariamente locuaces, se saludan y se llaman unos a otros por su ‘nombre’.
Los delfines tienen una especie de sonar en el cerebro que los ayuda a ‘ver’ a distancia con una precisión formidable: son capaces de distinguir si un objeto situado a treinta metros es de metal, de plástico, de madera…
Las redes sociales que conforman son muy complejas. Y hacen gala de un grado de cohesión y solidaridad raras veces observado en otros grupos de animales: cuando uno o varios ejemplares se ven en apuros reciben ayuda del grupo. Y si un individuo enferma y se dirige hacia aguas superficiales, en ocasiones lo acompaña el grupo entero, lo que explica muchos varamientos colectivos.

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