El dólar libre tocó un máximo de $302 y cerró operado a $301, con alza de 10 pesos o 3,4% en el día. El “contado con liqui” también anotó un máximo de $311. El S&P Merval ganó 1,7% y los bonos en dólares rebotaron 2%.
Las dudas de los inversores sobre el futuro económico se siguen reflejando en mayores presiones sobre el tipo de cambio, también en el alza de las acciones como cobertura y la salida de dólares de las reservas. Este martes el dólar libre tocó un récord intradiario de 302 pesos, mientras que el bursátil “contado con liqui” llegó a ser operado a 311 pesos.
Estos máximos dieron continuidad a un proceso de espiralización de precios que se inició el 8 de junio, con el desarme de carteras de fondos privados que estaban posicionados en bonos del Tesoro en pesos, principalmente en las emisiones indexadas por CER.
El rescate de estos títulos manos del Banco Central involucró una emisión monetaria de más de un billón de pesos en seis semanas y parte de esa liquidez tuvo como destino a la búsqueda de dólares como refugio inversor. A ello se sumaron otros $477.000 millones por Adelantos Transitorios emitidos por el BCRA desde el 10 de junio para cubrir el déficit del Tesoro, en total, una inyección de $1,5 billón o 2,3% del PBI que alimentó las expectativas de inflación y devaluación.
El dólar libre, que el 8 de junio costaba lo mismo que al cierre de 2021 ($208) escaló 93 pesos o un 44,7%, a $301 para la venta al cierre de este martes. Y el bursátil “contado con liqui”, de referencia para las empresas, trepó 94 pesos o 44,5 por ciento.
Este martes, el “contado con liquidación” a través del Global 30 (GD30C) anotó a las 16:10 horas un nuevo récord de $311, para terminar operado a 303,80 pesos. El dólar MEP con el Bonar 30 (AL30D) alcanzó los 297,14 pesos.
En tanto, el dólar mayorista ganó 23 centavos, a 129,14 pesos. La brecha cambiaria entre el dólar mayorista y el paralelo se asienta en el 133,1 por ciento.
“La actual tensión financiera, que acrecienta los riesgos de un salto cambiario, ayuda a contextualizar la ratificación del rumbo por parte de la ministra Silvina Batakis”, indicó Ecolatina en un informe.
“La renuncia de Martín Guzmán al frente del Ministerio de Economía dejó al descubierto las debilidades del Poder Ejecutivo. El problema de fondo no fue su renuncia, sino lo que dejó al desnudo, la ausencia total de un plan económico que pueda resolver los problemas de fondo de la economía argentina”, señaló la fundación Libertad y Progreso.