HISTORIAS CURIOSAS PARA CONTAR UN DÍA DE LLUVIA

Para pasar el invierno

Close up golf ball on green grass field. sport golf club

Un nuevo sábado nos encuentra en estas páginas, querido lector, en este caso un sábado para recantarse de frío –por lo menos así estaba el viernes en que estoy escribiendo estas líneas, con los pies hechos dos palito bombón helado-.
Y como se nos vino el invierno es tiempo de juntar a los amigos con un guiso punzudo de lentejas, regado con suficiente vino tinto y dejar que la sobremesa nos lleve por esas conversaciones sin mucho más sentido que el de aprovechar las horas con la gente querida.
Pero en estos tiempos donde parece que todo está en discusión, es muy probable que las disquisiciones más inocentes giren hacia tangentes mucho más ríspidas que el diálogo ameno sobre el sabor de las naranjas paraguayas, le recomiendo dos cosas. O se hace un bollito en el sillón del fondo y se echa a dormir la mona sin más o toma las riendas de la noche y reencamina la velada hacia sectores más gratos y apacibles que devolverán a la tertulia el ambiente distendido que un sábado a la noche merece.
Así que entre grito y grito levante la copa de vino y golpéela estridentemente con un cuchillo. Fíjese que dije estridentemente y no violentamente, no vaya a ser que de tan entusiasmado termine regando merlot por media mesa, y lo que pensaba que podría ser una alegre interrupción de los acontecimientos se convierta inexorablemente en su futura exclusión de por vida de las reuniones familiares.
Así que, una vez lograda la atención de los presentes y luego de destacar su más alta consideración por los temas políticos que se están debatiendo, pregunte si alguien está al tanto de cuál fue la primera pareja en aparecer junta en la cama en televisión. Obviamente descarte las referencias triple equis, que uno será open mind pero tampoco para andar comentando en público las últimas peripecias de nuestra actriz porno preferida. Seguramente, y a menos que hayan leído también esta columneja –hecho por demás posible, ¿o se piensa el master of the universe?- es muy posible que todos los presentes lo miren perplejos, un poco por lo descolgado de la pregunta y otro poco porque no tienen la menor idea de cuál puede ser esa pareja. No deje mucho tiempo la intriga en el aire, que todo tiene un límite, y asegure confiado que la primera pareja en mostrarse junta en la cama en la televisión fueron Pedro y Vilma Picapiedras.
¿Nadie le revoleó un panazo a la cabeza? ¿Nadie le respondió con algún insulto irreproducible ni siquiera entre la barrabrava de Chacarita? Buenísimo, está visto que aún no existe mucho alcohol en sangre.
Continúe.
Cuente, por ejemplo, que hace muchos, muchos años, en Escocia se inventó un juego llamado “Gentlement Only… Ladies Forbidden”, que en inglés significa “Caballeros solamente, mujeres prohibidas”. ¿No le dice nada a nadie? pregunte capciosamente y con una media sonrisa. Evidentemente, a menos que tenga entre la concurrencia algún campeón internacional de deletreo, difícil que lo enganchen así nomás, en forma oral. Repita el nombre, “Gentlement Only… Ladies Forbidden”, que luego se hizo famoso en todo el mundo por sus siglas, Golf. ¿Impresionante, no?
¿No? A ver si los agarra con la siguiente.
No, no, lo de que la Coca Cola al principio era verde ya lo dijo alguna vez. Y eso de que los hombres pueden leer letras más pequeñas que las mujeres suena un tanto machista y hasta podría dar pie a ciertos chascarrillos de muy mal gusto.
Pruebe comentando que el costo de criar un perro tamaño mediano hasta los 11 años es de unos 6.400 dólares. No se me depriman, que ya un par está poniendo en los clasificados al Bobby, que nos mira con más odio que ternura perruna.
Pero no desespere, la noche es joven y su voluntad es firme. No se desanime si ve que la gente empieza a buscar los abrigos y las sillas empiezan a resbalar sobre el parquet. Párese sobre una de ellas, tome aire y comente, con voz de anfitrión y deseos de alargar el encuentro que es imposible suicidarse aguantando la respiración.
Estoy seguro de que más de uno seguro que se lo discute y le apuesta lo contrario.
Eso sí, por más que parezca divertido, no le haga caso, no se deje llevar por el entusiasmo popular y abdique de ser conejillo de indias. Que dicen que no es posible, pero lo mismo dicen de las brujas y que las hay, las hay.

Nota del autor: Datos extraídos de las páginas web http://www.lointeresante.com/

Por Javier Arias
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