ALDANA ROSA AFIRMA QUE SU PAREJA LA ACOSABA Y LA AMENZÓ DE MUERTE

Joven mujer denunció a un policía por violencia física y abuso

Aldana Rosa, tiene 23 años y afirma que su pareja la golpeó y amenazó de muerte. El acusado es policía, y la familia de la joven teme por su vida. El hecho fue denunciado en Puerto Madryn, luego que la Policía fue alertada de un hecho de violencia en la residencia de Julio Bahamonde, a quien se le acusa por “lesiones agravadas en concurso con privación ilegítima de la libertad”.
El hecho se conoció a través de redes sociales y generó gran conmoción. En diálogo con El Diario, la víctima contó los detalles del ataque, y aseguró que hubo un momento en que temió por su vida.
“Esto pasó el miércoles a las seis de la mañana a la salida de mi trabajo. Fuimos a comprar al kiosco, volvimos a mi lugar de trabajo y él empezó con los celos y para terminar la discusión le digo que no quiero pelear, que se terminaba ahí, pero él siguió. Fuimos a mi otro lugar de trabajo, que queda a dos cuadras, y le pedí que no vaya más a mi trabajo porque me causaba problemas y ahí se pone como loco y me dice que el problema es que yo andaba con otras personas”, relató Aldana aún conmocionada por el episodio.
Según reveló la joven, la disputa continuó en la calle, “yo le digo que no quería estar más con él, que no quería estar con una persona así, que siempre llegábamos a las mismas situaciones. Me llevaba a rastras de los pelos, me caía al piso y me levantaba, me agarraba del cinto, del pantalón, de donde sea. Antes de llegar a su casa le dije que me quería ir a la casa de mis padres, pero él no me dejaba. Cuando llegamos a su casa cierra con llave, me desnuda rompiéndome la ropa, me tira en la cama y me empieza a amenazar con un cuchillo y me dice que si no iba a estar con él no iba a estar con nadie, que me iba a matar”.
Aldana recuerda que Bahamonde le gritaba, y le asestaba golpes en la cara con la mano abierta, con el puño en el cuerpo. “Me siguió amenazando y me ahorcó hasta que me empezó a salir un líquido de la boca. Después me obligó a hacerle sexo oral, quiso abusar de otras formas pero no pudo y como no podía me pegaba como si fuera una persona que no conociera”.
La joven no recuerda exactamente cuánto tiempo pasó en esa situación, hasta que logra zafarse de él e intenta pedir ayuda, sin poder salir de la propiedad. Según reveló esto habría provocado la ira del individuo, “y me pegó rodillazos en las costillas”.
“La última piña me dejó sin aire, me ahorcó y cuando me desperté estaba tirada en la cama desnuda”, revela Aldana entre lágrimas. “Yo no entendía nada, empecé a preguntar qué había pasado, qué hora era, porque no entendía nada. Me insultó de todas las formas posibles, me dijo que no iba a salir nunca más de la casa”, momento en que la joven asegura que sintió que cumpliría con su amenaza.
Mientras la situación se tensaba, “llega la policía me sigue pegando, me hace poner ropa de él y cuando logro salir, porque la policía ya estaba en la puerta, me empieza a decir que era una loca, que me había metido sola en la casa. La vecina de al lado le dijo que deje de mentir, que ella había escuchado que me estuvo pegando desde que habíamos llegado hasta que llegó la policía”.

Maltratada y acosada

En un punto del relato, Aldana reconoce que había tenido algunos episodios violentos en el pasado, pero no de la misma magnitud, “lo había denunciado y me pedía que la retire. Me pedía que deje el trabajo por celos, pero yo le dije que no lo iba a dejar porque era lo que me mantenía”.
Sin embargo, con el tiempo la joven volvió a confiar en él, “por la forma que me hablaba creía que todo podía cambiar, pero ese día explotó como si tuviera todo eso guardado. Siento que les fallé a mis papás, creo que todo esto es culpa mía. Siento culpa porque yo volví con él para ayudarlo porque no estaba en una buena situación, creí que él podía cambiar”, cuenta Aldana y rompe a llorar.
“Creo que si no llegaba la policía, yo no salía de ahí. Me di cuenta cuando me desperté después de estar inconsciente que él me seguía pegando, me pegaba como si fuera una bolsa de boxeo, como si fuera un hombre. Estaba irreconocible, nada de lo que le dijera lo calmaba”, sostiene la joven mujer y recuerda, “a las cuatro de la mañana, en mi trabajo, me decía que me amaba, que quería formar una familia y a las siete de la mañana casi me mata”.

La denuncia

Cuando la policía interviene, Aldana fue llevada “a la Comisaría de la Mujer, pero como estaba tan golpeada fui al hospital donde me hicieron radiografías y ecografías”, y según recuerda después fue llevada con su familia.
De acuerdo a la información a la que pudo acceder la víctima, Julio Bahamonde fue puesto en “prisión domiciliaria en la casa de la mamá, que es a una cuadra del lugar donde alquilo yo”, por lo que no quiere regresar a su domicilio y se hospeda en casa de sus padres.

“Temo por la vida de mi hija”

Cristina, es la madre de Aldana, y afirma: “Temo por la vida de mi hija, no voy a parar hasta que se haga justicia, no solo por mi hija, sino por todas las víctimas que él tiene. Yo necesito verlo preso, que pague por lo que hizo”.
“Esta lucha es de todas las mujeres que son golpeadas, maltratadas, abusadas, necesito que la comunidad se pare y diga basta. Este señor tiene ocho denuncias y nunca nadie hizo nada, por eso no me voy a callar, voy a seguir”, asegura Cristina, quien este lunes se presentará con su hija ante la Fiscalía de Puerto Madryn para pedir explicaciones acerca de los procedimientos.
La madre de Aldana reclama justicia para su hija. “El jueves fuimos a la comisaría Segunda, de ahí nos mandaron a la Comisaría de la Mujer y ellos nos mandaron a Fiscalía, pero todos se tomaron el fin de semana largo”.
“Pido justicia, que pague por cada golpe que le dio a mi hija. Alguien tiene que parar a ese señor, no puede seguir así y trabajando en la fuerza. Agradezco a Dios que llegó la Policía, porque si no, me la mata”, advierte Cristina sollozando.

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