PÁGINA DE CUENTO 886

Frases y pensamientos importantes – 4

Por Carlos Alberto Nacher
[email protected]

En definitiva, usted y yo no somos más que un conjunto de partículas orgánicas sabiamente ordenadas y que se atraen mutuamente. Es por ese orden que el conjunto de partículas, digamos “A”, se ve atraído por el conjunto “B”, con lo cual tranquilamente podrían atraerse de manera tal de llegar a formarse una intersección más o menos grande. Cuanto más grande sea esa intersección, más firme serádicha relación. Pero cuidado, no deberíamos nunca confundir la intersección entre A y B con la unión de A y B. Es decir, me voy a explicar un poco mejor. Se dice que el matrimonio es la unión de dos conjuntos orgánicos hasta ese momento independientes. Pero justamente es esa “unión” la que provoca luego, inevitablemente, la separación, la ruptura. Ahora bien, unir dos conjuntos significa compartir y tener en común a todos los elementos de cada uno de los conjuntos, lo cual, con el tiempo, se torna dramáticamente insoportable, ya que ni A ni B podrían tomar decisiones independientes sin afectar al otro. Esto es imposible de tolerar para cualquier conjunto de partículas cuyo ordenamiento defina a una persona. En la unión, A deja de ser A y B deja de ser B para convertirse en el conjunto AB, o sea, se genera un ordenamiento antinatural. Por eso, que el matrimonio sea tomado como unión, es un gravísimo error. En realidad, el matrimonio debería ser la intersección de A con B. El cura no debería unir en matrimonio, debería intersectar. Tanto A como B, de esta manera, compartirían dicha intersección, pero conservarían a sus elementos no intersectados como propios, y esta es la esencia misma de la felicidad conyugal: cada conjunto comparte elementos con el otro pero al mismo tiempo cada conjunto conserva elementos como propios, es decir, A nunca deja de ser A y B nunca deja de ser B.
Qué gran error de percepción se comete cuando el funcionario del registro civil le recita a los novios, sin pensar en lo que dice: “Nos encontramos hoy aquí reunidos para unir en matrimonio a A con B”. Ya mismo insto a modificar este texto y cambiar “unir” por “intersectar”. Porque de la intersección entre conjuntos surgen las grandes cosas de la vida.
Por lo tanto, lo que tengo que hacer ahora es mirar a mi alrededor, ver estas paredes amigas, y responderle con rapidez, con soltura, incluso con candidez.”
“Lo que usted me responda estará bien, lo que sea, siempre y cuando se mantenga dentro de los principios de la teoría de conjuntos.”
Entonces la maestra dijo:
“Mi respuesta es que estoy dispuesta a intersectarme con usted, pero no a unirme. El conjunto A, que vendría a ser yo, seguirá siendo el conjunto A, y espero que el conjunto B lo siga siendo, porque esa es la llave de la felicidad de la pareja”

¡A la perinola! Parece que este día, al fin y al cabo, va a terminar bien.

Continúa el próximo martes…

ÚLTIMAS NOTICIAS