MISTERIOS DEL UNIVERSO

¿Cómo separar bien las galletas Oreo?

¿Quién puede comer las galletitas Oreo sin tratar de separarlas y que queden perfectamente divididas? Y si alguna vez alguien se lo preguntó, lo más probable es que haya alguen también estudiando el problema.
«Cuando era pequeño, intentaba retorcer las galletas para repartir la crema uniformemente entre las dos partes de modo que hubiera un poco en ambas mitades, lo que en mi opinión sabe mucho mejor que tener una galleta con mucha crema y otra con casi nada. Esto era difícil de hacer cuando lo intentaba manualmente», dice Crystal Owens, autora principal de un estudio publicado este martes en la revista académica American Institute of Physics e investigadora en ingeniería mecánica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Así que lo mejoró. Los investigadores idearon un Oreómetro, un dispositivo diseñado para partir la galleta con una cantidad científicamente precisa de par torsional (una medida de la fuerza utilizada para girar un objeto).
La esperanza era que, con el giro perfecto, los investigadores pudieran manipular el relleno de la galleta para distribuirlo uniformemente entre las dos galletas. Pero no pudieron.
«Aprendimos, tristemente, que incluso si se tuerce perfectamente una Oreo, la crema casi siempre acabará mayoritariamente en una de las dos galletas, con una delaminación de la crema, y no hay forma fácil de conseguir que se reparta entre las galletas», dijo Owens. Para los que no somos científicos de las Oreo, la delaminación es cuando algo se divide en capas.
Según el estudio, si se consigue separar la galleta de forma homogénea, es probable que no sea el resultado de un trabajo delicado y preciso. Tiene más que ver con el nivel de adhesión entre la crema y la galleta, que se ve alterado por algún factor antes de llegar a tus manos.
Esto podría ser una pregunta a resolver en un estudio posterior.
«Ni siquiera empezamos a responder a todas las preguntas que alguien podría hacerse sobre las Oreos o las galletas, por eso hicimos nuestro Oreómetro, para que cualquiera con acceso a una impresora 3D pueda hacer otras mediciones», dijo Owens.
La gente puede ser muy exigente en cuanto a la forma de comer sus galletas, pero los investigadores descubrieron que puede ser más difícil de lo que se piensa controlar cómo resultan.
Randy Ewoldt, profesor de ingeniería mecánica de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, estaba revisando el estudio una noche cuando su hijo de 11 años se asomó por encima de su hombro.
Sabe que su padre trabaja en reología, una rama de la física que estudia el flujo de la materia entre líquidos y sólidos, pero, como la mayoría de los niños, el trabajo de su padre no mantiene su interés durante demasiado tiempo. Hasta que vio la palabra Oreo en el papel, claro.
«Cuando hablamos de la física de los materiales complicados, y hay muchos, la crema de galletas Oreo es uno de los que es accesible a mucha gente inmediatamente», dijo Ewoldt. «Para acercar a la gente a un mundo mucho más complicado, esto puede servir como vía de entrada».
El estudio está en la mente de Owen cada vez que come una Oreo, y ahora espera que también despierte la curiosidad de personas ajenas al sector.
«Espero que la gente pueda utilizar esta información para mejorar su forma de comer galletas cuando abran una Oreo, o cuando la remojen en leche», dijo Owens. «Espero que la gente también pueda inspirarse para investigar otros enigmas en la cocina de forma científica».
«La mejor investigación científica, incluso en el MIT, está impulsada por la curiosidad de entender el mundo que nos rodea, cuando alguien ve algo raro o desconocido y se toma el tiempo de pensar ‘me pregunto por qué eso sucede así’».

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