La invasión rusa de Ucrania ha generado interrupciones a los viajes en todo el mundo. La Unión Europea cerró todo el espacio aéreo de sus 27 países a los aviones rusos, mientras que la Autoridad de Aviación Civil de Rusia anunció, a su vez, que cerró su espacio aéreo a las compañías de 36 países, lista que incluye también al Reino Unido y Canadá, que prohibieron los aviones rusos.
Por su parte, el presidente Joe Biden anunció que Estados Unidos también prohibirá la entrada de aviones rusos en su espacio aéreo.
Lógicamente, el espacio aéreo de Ucrania se cerró tras la invasión rusa. Moldova, vecina de Ucrania, también cerró su espacio aéreo, al igual que parte de Belarús.

Mapa complicado

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) ordenó a los pilotos estadounidenses que evitaran «todo el país de Ucrania, todo el país de Belarús y la parte occidental de Rusia».
Mientras que la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea, conocida como EASA, advirtió de un «alto riesgo» para los aviones civiles que vuelan cerca de la frontera ucraniana.
Países como Estados Unidos y el Reino Unido han aconsejado a sus ciudadanos que abandonen Ucrania, y tanto Estados Unidos como el Reino Unido han desaconsejado todo viaje a Ucrania y Rusia.
Y las compañías de cruceros modificaron los itinerarios que incluían puertos de escala en Rusia.

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De todas formas, el tráfico aéreo sigue circulando fuera de las zonas gravemente afectadas. Aunque la EASA duplicó el tamaño de la zona de alerta alrededor de Ucrania el 25 de febrero, por temor a que «los misiles de medio alcance penetren en el espacio aéreo controlado». Ampliando la zona de 100 a 200 millas náuticas de la frontera ucraniana con Rusia.
Todos los países fronterizos con Ucrania, o sea, Belarús, Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumanía y Moldova, ya figuraban en la lista de nivel 4 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) de destinos de mayor riesgo por COVID-19.
Gwen Kozlowski, presidenta de la agencia de viajes Exeter International, expresó: «Tenemos huéspedes que viajan a finales de marzo y principios de abril a Polonia, pero para eso falta más de un mes. Es imposible decir ahora cómo evolucionará. Estamos básicamente en modo de espera», dijo Kozlowski por correo electrónico.
A su vez, Przemysłlaw Marczewski, representante de la Organización Nacional de Turismo de Polonia, dijo que «los viajes a Polonia son fluidos, y las fronteras de la República de Polonia con los países vecinos no están cerradas». Agregando que las fronteras terrestres polacas con Ucrania han estado abiertas a los refugiados y que el sector turístico está apoyando a los ciudadanos de Ucrania con alojamiento temporal en hoteles.
De todos modos, se aconseja a los turistas que tengan planes a corto plazo de visitar Polonia que reserven alojamiento con anticipación, «ya que parte de la infraestructura hotelera puede destinarse a los necesitados».
Por su parte, los responsables de turismo de Hungría afirman que el país está abierto a los turistas: «Hungría sigue siendo un país seguro, y la vida continúa con normalidad aquí», dijo la Agencia de Turismo de Hungría en un comunicado a CNN Travel. «El gobierno de Hungría está haciendo todo lo posible para evitar la participación en la guerra, y para preservar la seguridad tanto de los residentes de Hungría como de los turistas que la visitan».