La inflación en los Estados Unidos volvió a acelerarse en el mes de febrero de 2022, al valor más alto registrado en los últimos cuarente años, de acuerdo a un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales.

Según los analistas, la reciente suba de los precios del petróleo y el gas, vinculada a la invasión de Rusia a Ucrania, es lo que ha mantenido y mantendría las tasas elevadas hasta la segunda mitad del año.

Asimismo, el índice general de precios al consumo del mes de febrero aumentó un 7,9% con respecto al año pasado, lo que implica un incremento con respecto al 7,5% de enero y la tasa más elevada desde junio de 1982. La suba es impulsada, en gran parte, por los costos de la energía, la vivienda y los servicios.

La denominada «inflación subyacente» («core inflation»), que no incluye componentes volátiles como los precios de los alimentos y la energía, subió un 0,5% en el mes y un 6,4% en el año, el nivel más alto desde febrero de 1991, según el reporte de la Oficina de Estadísticas Laborales, superando las previsiones del consenso de Wall Street.