TRAVESÍA 2022: ESTUDIAN EL MAR ARGENTINO

¿Cómo es el mini submarino que usa Greenpeace en su estudio del Atlántico?

En la campaña de este año, como parte de la travesía por el Mar Argentino, la ONG Greenpeace recorre el Atlánticoa bordo del barco Arctic Sunrise con dos minisubmarinos con las capacidades necesarias para hacer frente a los desafíos más inesperados en las profundidades de los océanos del mundo. El objetivo es documentar la zona del Agujero Azul para conocer el impacto de la pesca intensiva y no regulada en la configuración del fondo marino y la biodiversidad bentónica; y cumplir con el plan de trabajo científico de las personas a bordo que son expertas en oceanografía y biodiversidad marina.

¿Cómo son los mini submarinos?

Los mini submarinos se llaman “Dual DeepWorker 2000” y cuentan con la última tecnología para permitir operaciones ágiles en contextos muy variados. A diferencia de submarinos de mayor tamaño son flexibles, por lo que pueden ser transportados a bordo de un barco y mantener independencia de ese barco mientras bucean; tienen una relación peso/potencia favorable y seis propulsores, lo que les otorga una excelente maniobrabilidad; son livianos, pesan 3 toneladas y pueden ser levantados con una grúa, tanto para sumergirlos como para quitarlos del agua; son rápidos, pueden llegar a una profundidad máxima de 600 metros en poco tiempo; son sencillos para operar, se manejan con pedales; tienen buena capacidad a pesar de su tamaño, ya que pueden ocuparlo 2 personas; y son resistentes, pueden permanecer sumergidos 8 horas.
La comunicación entre el barco y los minisubmarinos es a través de radios. Desde el barco, la persona que supervisa la actividad de buceo está en constante contacto con quienes pilotean el minisubmarino para monitorear una variedad de funciones, como ser energía de la batería, o los niveles de oxígeno, en intervalos de 15 minutos.

El trabajo científico a bordo

En este tour Travesía 2022, en el barco Arctic Sunrise están Valeria Falabella, directora de Conservación Costero-Marina de Wildlife Conservation Society Argentina (WCS Argentina) y Martín Brogger, investigador del CONICET, integrante de la Fundación ProyectoSub y especialista en especies bentónicas, para investigar la biodiversidad y los impactos en el fondo marino en el Agujero Azul.
Durante esta primera etapa del tour, los esfuerzos se dirigieron a buscar ecosistemas marinos vulnerables, ambientes ricos en especies de invertebrados que viven en el fondo marino y construyen hábitats que son utilizados por muchas otras especies como zonas de refugio, alimentación, reproducción y cría. Tratando de descubrir ecosistemas que no hayan sido destruidos por la pesca para poder documentar cómo serían los fondos de todo el Agujero Azul si no fueran arrasados por redes que se llevan todo a su paso.
Primero se buscó en áreas de baja intensidad pesquera de arrastre y con presencia de cañones submarinos, ambientes que se caracterizan por su biodiversidad bentónica. Valeria Falabella analizó los últimos ocho años de datos de esfuerzo pesquero publicados en la Plataforma Global Fishing Watch, con el objetivo de identificar las áreas menos impactadas por la actividad pesquera de arrastre de fondo.
El objetivo es apoyar la creación de la Reserva Nacional Marina Estricta Bentónica “Agujero Azul” cuyo propósito es la protección de valiosos ecosistemas del lecho marino.
Si bien el Agujero Azul se destaca por encontrarse en la ruta migratoria del calamar argentino y por ser un área de alimentación de aves y mamíferos marinos (como la ballena franca austral, cachalotes, elefantes marinos, albatros, pingüinos, entre otros) el proyecto del Área de Reserva Estricta Bentónica Agujero Azul se orienta a la conservación del lecho y protegerá especies y ecosistemas que viven en el fondo marino.

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