El hallazgo de un pie quemado permitió a las autoridades dar con una vivienda ubicada en la frontera de México con los Estados Unidos, en la que se constataron techos calcinados, orificios de bala y marcas de hachazos en el suelo. Para los investigadores, el lugar era utilizado para hacer «desaparecer» personas hasta no hace mucho tiempo

Actualmente, en México unas 100.000 personas se encuentran desaparecidas, y ahora, tras casi seis meses de trabajo, los peritos no pueden precisar cuántas personas pudieron haber sido llevadas al “sitio de exterminio” de Nuevo Laredo. Uno de los hallazgos más macabros fue en una pequeña habitación, donde advirtieron la presenciad de una masa compactada de restos humanos y escombros, que alcanzaba medio metro de altura.

Incontables trozos de huesos humanos esparcidos en los más de 7.000 metros cuadrados del árido rancho, y alambres retorcidos que aparentemente fueron usados para atar a las víctimas, son otros de los hallazgos que mantienen en vilo a las autoridades, mientras que hoy día unas 52.000 personas permanecen sin identificar en morgues y cementerios de México, y los miles de restos calcinados sólo pueden cuantificarse por kilos.

Según datos oficiales suministrados por la Auditoría Federal de la República, de las más de 1.600 investigaciones abiertas en la Fiscalía Federal por desapariciones forzadas, ya sea a manos de las autoridades o individuales, a manos de los cárteles, ninguna llegó a los tribunales durante el último tiempo.