Ayer por la tarde, efectivos policiales se hicieron presentes en una vivienda ubicada en la calle Gallastegui al 1300 del barrio San Miguel, donde vecinos denunciaron a una mujer por maltrato animal. Al llegar al lugar, los uniformados encontraron a una perra color marrón que estaba muerta dentro del terreno de la vivienda, pero al golpear la puerta nadie los atendió.
Inmediatamente apareció un vecino que contó que la perra llevaba cerca de un mes moribunda, que los vecinos ofrecieron ayuda económica para llevarla al veterinario pero la dueña se negó. Incluso, este hombre le había llevado un tarro con agua para que el animal se hidrate, pero la mujer lo pateó para que no tome.
Finalmente, el vecino indicó que cerca de las tres de la tarde, la mujer junto con su hijita salieron hacia la playa y pasaron por encima al animal que se encontraba muerto.
Posteriormente, otro vecino aseguró que el maltrato de la mujer no solo tiene por objeto a la mascota, sino que también violenta física y verbalmente a su pequeña hija de cinco años.
Cerca de las seis de la tarde, llegó la dueña de casa quien fue imputada por maltrato animal. El inspector del área de Zoonosis retiró el cuerpo de la perra y también intervino el Servicio de Protección de Derechos para investigar respecto al supuesto maltrato que recibiría la niña.