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The Wild: La leyenda del Rock – Parte 14

Octubre 1969: Las primeras grabaciones

Casi de inmediato, cuando THE WILD estaban saltando a los primeros planos de la fama mundial, muchos burgueses, intelectuales de la época, ciudadanos ilustres, le prestaron atención al fenómeno que se estaba gestando, y se propusieron, tácitamente, destruirlo.
Sin embargo, parecía como si la aplanadora salvaje era indestructible, sus canciones se comenzaron a cantar por todos lados, y la famosa y novedosa “Beer on the table (Cerveza sobre la mesa)” se había convertido en un himno en los pubs californianos y neoyorquinos.
La vida sentimental de Frank comenzó a quebrarse, junto al éxito y al dinero, el descontrol fue aceptado y bienvenido, había llegado para quedarse.
Frank rompió con su novia hippie, Linda Whells, y se dejó llevar por meses de lujuria donde se sucedieron muchísimas mujeres, y también algunos hombres.
Smog le seguía los pasos, y siempre a su lado, pero un poco más recatados, iban Ralph y Chuck.
Comenzaron a hacerse notorios los desplantes de Frank, que cada vez le exigía más condiciones a su manager, Al Fresno, para tocar. Los caprichos estaban a la orden del día. Por ejemplo, se sabe que tres horas antes de salir a un concierto que tenían que dar en el Ahmanson Theatre de Los Ángeles, cuando ya el público había colmado la sala y el grito reclamando la presencia de THE WILD era ensordecedor (aunque todavía faltaban 3 horas), Frank le pidió a Al que le consiguiera un caballo blanco para salir a escena, sino no cantaba.
A pesar de la inútil discusión de media hora en la que Al, que era el catalizador del grupo, intentaba explicarle a Frank la total imposibilidad de dicho reclamo, finalmente tuvo que ir a buscar un caballo.
Por suerte Timothy Grounds, el propietario del teatro, tenía un haras donde criaba caballos a una hora por autopista. Al le rogó que le prestara un caballo blanco y Timothy, algo divertido y entusiasmado, hizo traer a uno de sus sementales *.
Aquella noche, mientras la banda arrancaba con el primer tema, Frank hizo su aparición en el escenario cabalgando un hermoso y viril caballo blanco, mientras entonaba las estrofas de “White horses, wild horses”.
Como siempre, una vez más, el público enloqueció.

• THE WILD: A new American band breaks the olds rock and roll rules for ever (New York Times, December 15 1969, sección cultural)
• ”Estaba loco, pero era muy divertido. Cuando pidió el caballo me dieron ganas de golpearlo y echarlo del teatro, pero luego me dije: este tipo es un fuera de serie, se merece su caballo blanco, jajajaja” (Reportaje a Timothy Gounds en 1977 para la BBC de Londres) 

Continuará…

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