Esteban Tablón es tecnólogo, ex director del Planetario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, especialista en proyectos de Data Mining y actualmente responsable del proyecto de Inteligencia Artificial de Rutini Wines, además de desempeñarse como astrónomo aficionado.
En diálogo con Grupo Azul Media, se refirió a la trayectoria y el eventual impacto del cohete chino Long March-5B Y2, que ingresaría a la atmósfera terrestre este domingo y cuyo destino final sería incierto hasta pocas antes de que ocurra la caída.

Una «mole» espacial de 40 toneladas

Al respecto, Tablón sostuvo que «la Estación Espacial Internacional (ISS) está solamente a 400 kilómetros, que no es mucho, y los satélites geoestacionarios están a 20.000 kilómetros (de altura); mientras más baja la órbita, más rápido tiene que moverse el satélite o la pieza para no caerse» y explicó que «los chinos están intentando levantar piezas para hacer una estación espacial propia, tienen un programa espacial muy potente y lo hicieron con este cohete que tienen, el Long March (‘Larga Marcha’), que tiene 30 metros de largo, 5 de diámetro y pesa entre 20 y 40 toneladas».

Ingreso a la atmósfera

El cohete «se les fue de control antes de bajarlo, es la segunda vez que les pasa, y como tiene un centro de masa esquivo da vueltas y anda a 28.000km/h sobre la Tierra y como está fuera de eje hace una trayectoria sinusoidal», apuntó Tablón, y consultado sobre la incertidumbre sobre el sitio donde caerán los restos del dispositivo, sostuvo que «esa trayectoria es casi caótica y se le suma otra cosa: caerá cuando empiece a rozar la atmósfera (terrestre), que llega a unos 80 kilómetros aunque no es una esfera perfecta, sino que donde hay tormentas está más alta, donde hay centros de alta presión se achica y está más baja, entonces es un contorno disímil, y el cohete, al dar varias vueltas por día a la Tierra, puede chocar con la atmósfera, clavarse y frenarse».

Levantando temperatura

Una vez que el dispositivo colisione con la atmósfera de la Tierra, «levantará una temperatura entre 3.000° y 10.000°, dependiendo de la aerodinámica y el ángulo de ingreso, lo cual debería derretir la chapa; sin embargo, un cohete tiene partes muy duras ya que, cuando empuja hacia arriba, lleva varias toneladas de carga útil», apuntó el especialista, agregando que «hay pedazos de cohete que no se van a derretir en el rozamiento, más allá de que China diga que esto es común».

Dónde caerá

Ante la incertidumbre sobre el sitio donde caerán los restos del Long March, Tablón planteó que «hay grandes probabilidades de que la noticia del fin de semana sea que ‘cayó y no pasó nada'» y detalló que «claramente, caerá en el Atlántico, ya que lo hará entre los 40° Sur y Norte, es decir entre Nueva York y Buenos Aires, no saldrá de esa franja», concluyendo que «también podría caer en el Pacífico Sur, pero según la información que tengo, sería en el Atlántico».