En la madrugada de hoy, personal policial junto con Inspecciones Generales desarticularon una fiesta que se estaba realizando en un parador costero de la ciudad. El hecho tuvo lugar minutos antes de la una de la mañana, cuando más de 200 personas se encontraban bailando y consumiendo bebidas alcohólicas en el restaurante Riviera, ubicado en la bajada número 2.
Ante esta situación, los policías decomisaron los equipos de audio y el personal municipal procedió a clausurar el local por infringir las medidas sanitarias vigentes.